Los autónomos crearon empresas, generaron empleo y ayudaron al crecimiento económico del país tras la crisis económica del 2008. Esta vez, no será una excepción. Tienen capacidad de adaptación y pueden aprovechar una vez más, las nuevas oportunidades que han surgido durante la pandemia. Sobre todo, en materia digital.
La primera oportunidad surge con el ascenso de los medios electrónicos de pago. Desde que se inició la crisis sanitaria, se ha producido una nueva relación de los consumidores con los medios de pago. Se calcula que las tarjetas bancarias se usan ahora un 40% más que el dinero y esto ha supuesto la incorporación de muchos autónomos al mundo de la operativa electrónica de pagos, pues constituye la clave para una contabilización ágil y eficiente de los gastos deducibles, y es también la piedra angular del rendimiento fiscal y el ahorro.
El nuevo cliente, condicionado bien por restricciones de movilidad o sencillamente por una actitud más atenta y previsora en relación con la seguridad sanitaria, compra más de manera online, exige celeridad en la entrega de los productos y, en general, desea poder hacerlo todo de manera sencilla a través de su teléfono móvil. Esta mayor apertura hacia los canales online se ha trasladado también a la comunicación entre clientes y proveedores, sean estos autónomos o empresas.
NUEVAS COSTUMBRES
Las videollamadas y otras formas de comunicación online han dejado de verse como una opción forzosa en determinadas circunstancias y se han convertido en algo habitual y completamente natural. Pero este nuevo cuadro de actitudes exige a los autónomos, herramientas para relacionarse con sus clientes de forma ágil y soluciones para optimizar el trabajo de sus equipos o para centralizar en la nube todos los procesos que tienen que ver con los trámites administrativos y fiscales.
Los confinamientos han puesto también a prueba la capacidad de los autónomos para seguir atendiendo sus negocios, representando esta circunstancia todo un desafío para mantener la productividad.
Por eso, la digitalización se contempla ya como un aliado del autónomo, que le permitirá ser más ubicuo o eficiente, pudiendo acceder a los documentos que necesita para su trabajo de manera rápida y desde cualquier lugar. De esta forma, además, se multiplican sus oportunidades profesionales, en tanto que puede colaborar en remoto con empresas que hasta hace muy poco solo se hubieran planteado contratarlo para un desempeño presencial.
UN PAÍS PREPARADO
España está en las mejores condiciones para adaptarse rápidamente a la economía digital. El grado de penetración de internet de alta velocidad es en España del 81%, lo que nos sitúa a la cabeza de Europa. Y lo mismo ocurre con el extenso parque de dispositivos móviles, que se eleva al 114%.
Este despliegue de redes y dispositivos de telefonía representa una base muy importante sobre la que apoyar la transformación de los negocios hacia el modelo digital, y dará una importante ventaja cuando llegue el próximo ciclo de crecimiento.
Aunque el desarrollo tecnológico se centró en un primer momento en crear herramientas para mejorar la eficiencia de las empresas, actualmente la industria tecnológica ha puesto también el foco en el colectivo de autónomos.
Estos profesionales disponen ahora de un amplio catálogo de aplicaciones tecnológicas para gestionar su negocio, como aquellas destinadas a la organización del trabajo y la mejora de la productividad, las que facilitan la comunicación con equipos y clientes, o las herramientas de contabilidad y asesoría fiscal.
AHORRAR HASTA 5.000€
En el ámbito concreto de la fiscalidad, plataformas como Declarando permiten al autónomo ahorrar entre 1.000 y 5.000 euros en la declaración de la renta, “siempre con un mínimo de 1.000 euros garantizado”, según explican.
La plataforma online de asesoramiento fiscal, ayuda a los trabajadores por cuenta propia a ahorrar dinero en impuestos. Nacen como una alternativa a las gestorías tradicionales y ofrecen soluciones online para ayudar a este colectivo con su contabilidad, hacer facturas, ingresar gastos, presentar sus modelos trimestrales o saber cuánto van a pagar en su próxima declaración.
De esta forma, los autónomos cumplen perfectamente con sus obligaciones fiscales, evitando sanciones, y descartan errores en la liquidación de sus impuestos. Además, el autónomo puede saber en cualquier momento cuánto lleva ahorrado de impuestos, cuánto pagará de renta el año que viene, y cuál es su impuesto de beneficios medio (el porcentaje que paga de impuestos con respecto a su beneficio).
Es decir, puede acceder a información clave para fijar correctamente el precio de lo que vende. El uso de esta y otras aplicaciones, supone para los autónomos un ahorro de tiempo y dinero, y especialmente un mayor control sobre su negocio, además de la eliminación de errores manuales que pueden derivar en graves consecuencias, como enfrentarse a inspecciones y sanciones de Hacienda.