Cuando la pandemia de Covid-19 empezó a ser grave en España y se decretó el estado de alarma y el confinamiento, muchos pensaron que sería algo pasajero. Que después de unas semanas todo iría volviendo más o menos a la normalidad. Pero el tiempo nos ha demostrado que no era así, y la crisis sanitaria ha derivado en una importante crisis económica que pone a muchos autónomos en apuros. La morosidad y la falta de liquidez están haciendo que muchos empiecen ya a preguntarse cómo van a devolver los préstamos ICO.
Estos préstamos son ayudas estatales que se conceden a través de bancos y entidades de financiación que estén acreditados. Una de las medidas aprobadas para ayudar a los autónomos a superar la crisis del coronavirus fue la aprobación de una línea de avales para conseguir que los profesionales tuvieran un acceso más sencillo a este tipo de préstamos, lo que en muchos casos les permitió subsistir durante el tiempo que tuvieron su negocio cerrado y atender a los pagos pendientes.
Unos meses después la situación no ha mejorado de forma notable a nivel económico. De hecho, en algunos sectores las cosas están cada vez más complicadas. Basta con echar un vistazo a lo que está ocurriendo en la hostelería y la restauración para darnos cuenta de que muchos autónomos se van a ver en apuros para devolver ese dinero que pidieron prestado a través del ICO.
La devolución de los préstamos ICO preocupa desde hace tiempo
En un principio estos préstamos parecían una buena opción para que los autónomos tuvieran liquidez y pudieran sobrellevar mejor la situación. Estas líneas de crédito estaban diseñadas pensando en una recuperación económica que iba a ser mucho más rápida.
Sin embargo, el correr del tiempo nos ha hecho darnos cuenta de que la economía tardará todavía bastante en volver a la normalidad. De hecho, como viene siendo habitual, es previsible que los autónomos sean los últimos en reflotar sus negocios.
Las malas previsiones y la llegada de la segunda ola de la pandemia han hecho que tanto los profesionales de la economía, como los propios autónomos y el Gobierno lleven ya unas semanas planteándose un nuevo escenario en el que miles de autónomos tienen que empezar a devolver el préstamo que pidieron en su momento pero no tienen dinero para ello.
Si los autónomos no pueden pagar, el problema se puede magnificar, porque afectaría de forma directa al Estado que ha avalado esos créditos y también a las entidades financieras, que verían aumentar el nivel de morosidad. De ahí que desde los Poderes Públicos ya se esté intentando buscar una solución.
La pelota está en el tejado de la Unión Europea
Al tratarse de avales públicos, la gestión no corresponde solo al Gobierno, por eso esta institución está negociando con el Banco de España, con las entidades financieras y también con la Comisión Europea.
A nivel europeo parece que hay predisposición a ampliar los plazos de devolución de los préstamos ICO a fin de evitar importantes problemas de morosidad que pudieran tener una repercusión a nivel público. Por el momento se está a la espera de la evaluación que está llevando a cabo la Comisión Europea para conocer de forma oficial la postura de esta y tomar entonces decisiones.
Sobre este tema los expertos en economía y en Derecho señalan que hacer cambios en contratos de préstamo de este tipo es complicado, porque para que dichos cambios se puedan llevar a cabo debe haber un acuerdo entre todos los que intervinieron en su momento en el contrato. Es decir, que tanto los autónomos, como el Estado a través del Ministerio de Economía, el Instituto de Crédito Oficial y las entidades bancarias deben aceptar los cambios. Y primero hay que esperar a la decisión de la Comisión Europea, lo que todavía podría tardar unas semanas más.
Más allá de los ICO, el objetivo es garantizar la solvencia de los pequeños negocios
Noviembre está siendo un mes especialmente complicado para los autónomos. Se acaba el plazo para pagar a Hacienda los impuestos atrasados durante el primer trimestre, y además aquellos autónomos que se beneficiaron del cese de actividad en junio, julio y agosto tienen que pagar las cuotas que no pagaron en su momento. Y a ello hay que sumarle que el pasado mes de octubre subió la cuota de autónomos y en noviembre vuelve a hacerlo.
Por si todo esto fuera poco, también en noviembre vence el período de carencia de muchos de los préstamos ICO. Así que llega el momento de empezar a hacer frente a la amortización del préstamo.
Y todo esto en un momento en el que muchas regiones están tomando medidas muy duras para evitar la propagación del virus y muchos negocios han vuelto a verse obligados a cerrar, lo que dificulta todavía más el poder tener liquidez.
No es una situación fácil, pero desde el Ministerio de Economía quieren buscar medidas para intentar garantizar el máximo nivel posible de liquidez para los autónomos que trabajan de forma freelance o están al frente de un pequeño negocio.
Aunque todavía no se han anunciado medidas concretas, parece que la idea sería ampliar los plazos de carencia de los préstamos ICO de los seis meses hasta un año (en este tiempo quienes recibieron el dinero solo tienen que pagar los intereses) y, además, aumentar el plazo de amortización hasta los ocho años.
Estas propuestas ya se han presentado en Bruselas, y parece que los autónomos las han recibido de buen grado, pero ahora queda esperar a ver qué es lo que dice la Comisión Europea, puesto que sin su aprobación no sería posible llevar a cabo estos cambios.
Por el momento, a los autónomos solo les queda intentar aumentar la rentabilidad y la liquidez de su negocio a través de diferentes fórmulas a fin de tener dinero suficiente para poder empezar a devolver los préstamos ICO y no incurrir en morosidad. Pero quizá en las próximas semanas este colectivo pueda recibir buenas noticias sobre este tema.
