El operador brasileño Grupo Oi registró unas pérdidas netas ordinarias de 2.580 millones de reales brasileños (395 millones de euros) en el tercer trimestre del año, lo que supone un descenso del 55,3% en los ‘números rojos’ registrados en el mismo periodo del año anterior, informó la empresa en sus cuentas trimestrales.
La empresa se encuentra inmersa en un proceso de reorganización financiera desde 2016, por lo que colocó algunos activos en venta para paliar sus deudas. En este contexto, el pasado mes de agosto Oi concedió la exclusividad a Telefónica, TIM y Claro (América Móvil) para negociar la compra de su negocio móvil por 16.500 millones de reales brasileños (unos 2.706 millones de euros).
La cifra de negocio de la compañía se situó en los 4.706 millones de reales (721,8 millones de euros), un 5,9% menos en comparación con el año anterior y en línea con el trimestre precedente. Los costes operativos alcanzaron los 3.221 millones de reales (494 millones de euros), un 50% menos.
Las ventas del mercado brasileño alcanzaron los 4.648 millones de reales (712,3 millones de euros), un 6,2% menos; mientras que las operaciones internacionales se situaron en los 58 millones de reales (8,8 millones de euros), un 25,3% más.
De su lado, el resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 1.485 millones de reales (227,7 millones de euros), en contraste con las pérdidas de 1.447 millones de reales (222 millones de euros) del mismo periodo del año anterior. El resultado neto de explotación (Ebit) entró en terreno negativo, con unas pérdidas de 255 millones de reales (39 millones de euros), un 91,7% menos que en 2019.
En los nueve primeros meses del año, las pérdidas de la compañía alcanzaron los 12.327 millones de reales (1.889,8 millones de euros), un 81% más que el año anterior, cuando el operador perdió 6.814 millones de reales (1.044,5 millones de euros). Los ingresos de la sociedad entre enero y septiembre fueron de 13.998 millones de reales (2.145,8 millones de euros), un 8% menos.