CEOE prevé que el IPC continúe registrando tasas negativas en los próximos meses por el comportamiento del precio del petróleo y la menor demanda de bienes y servicios provocada por la pandemia, de forma que terminará el año en una tasa media del -0,3%, según sus estimaciones.
La patronal española ha subrayado en un comunicado que en el actual contexto de debilidad de la demanda, los precios finales siguen cayendo al tiempo que las empresas deben seguir asumiendo incrementos de costes de producción, por lo que advierte de que sus márgenes se están reduciendo «intensamente».
La organización que preside Antonio Garamendi ha indicado que «las dudas» sobre la intensidad de la recuperación de la economía están dando lugar a menores previsiones de demanda mundial de petróleo, por lo que se espera que los precios se mantengan estables en torno a los 40 dólares por barril durante los próximos meses, de forma que la energía seguirá presionando la inflación a la baja.
Asimismo, ha llamado la atención sobre el hecho de que el diferencial negativo de inflación entre España y la zona euro haya aumentado de nuevo, hasta situarse en seis décimas.