Las quejas no han parado desde que el pasado mes de marzo, el Banco Central Europeo (BCE) decidiera que la banca no iba a distribuir beneficios entre sus accionistas mientras dure la crisis del covid-19. El mensaje de Christine Lagarde se hizo más notable cuando extendió la petición de octubre a 2021.
Durante estos siete meses, los principales banqueros españoles han aprovechado cada intervención para dejar claro que no están conformes con el veto. El Banco Santander es el más activo. Tanto la presidenta, Ana Botín, como el consejero delegado, José Antonio Álvarez, insisten siempre en que sin dividendo se eleva “innecesariamente” el coste de capital de los bancos, por lo que ven recomendable que se retire.
El mensaje está bastante alineado con lo que defienden el resto de entidades. Todas repiten el mismo mensaje, hay que darle libertad a la banca para pagar dividendos si sus resultados lo permiten. De hecho, durante la presentación de las últimas cuentas trimestrales, los bancos cotizados españoles se mostraron esperanzadores en que el BCE eliminara esta prohibición el próximo mes de diciembre.
También Credit Suisse anticipaba hace unos días que los reguladores europeos, que actualizarán sus recomendaciones sobre leste asunto dentro de un mes, permitirán que los bancos paguen un dividendo normalizado para 2020 si hay una vacuna exitosa frente al covid-19. Pero las cosas han empeorado y no está nada claro.
¿QUÉ DICE EL BCE?
El pasado 5 de noviembre, el presidente del Consejo de Supervisión del BCE, Andrea Enria, avisaba de que la crisis derivada de la pandemia del covid-19 provocará una serie de quiebras bancarias en la eurozona a pesar de las medidas que ha ido adoptando el instituto emisor en los últimos meses.
El asunto clave es «qué va a pasar a continuación». El riesgo crediticio «es muy alto y habrá un deterioro en la calidad de los activos de los bancos», alertaba el supervisor, puntualizando que el impacto sobre el capital dependerá de cómo de graves sean los efectos de la segunda ola de la pandemia sobre la economía.
Con respecto a los dividendos y programas de recompra de acciones, suspendidos hasta el 1 de enero de 2021, indicaba que no han adoptado ninguna decisión al respecto, por lo que esperarán hasta el 10 de diciembre, cuando se publiquen las nuevas proyecciones macroeconómicas del instituto emisor. Aunque dadas las circunstancias, no parece que vayan a mejorar.
«Queremos ver como esta segunda ola y las medidas de los gobiernos afecta a nuestras estimaciones», puntualizaba Enria.
Y AHORA, EL BdE
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, se mostraba partidario este viernes de mantener la recomendación de restringir el pago de dividendos en el sector bancario «hasta que se consolide una recuperación económica sólida».
En su opinión, la prioridad debe ser «evitar a toda costa el impacto severo sobre el sector bancario» de la pandemia, y evitar que se traslade al resto de la economía. En este sentido, subrayaba la importancia de que la banca proporcione liquidez a la economía a través de préstamos y ha destacado que las entidades pueden hacer uso de «los colchones de capital» para absorber pérdidas inesperadas.
También mostraba empatía por el problema de rentabilidad que vive el sector bancario, pero ha llamado a «reflexionar sobre las causas» que lo provocan.
Con estas declaraciones, Hernández de Cos frenaba las expectativas de la banca de que el BCE levante estas restricciones y poder pagar así dividendos el año que viene con cargo a 2020.