Desde que hace unas semanas el Ministerio de Seguridad Social hablara de la posibilidad de establecer un sistema de cotización por ingresos reales para los autónomos y anunciara que iniciaba las conversaciones con los representantes de estos profesionales, el tema ha estado candente.
Lo que sabemos de momento es que la idea sería establecer un sistema basado en la cotización por ingresos reales, de forma que lo que paga cada autónomo por estar de alta en el RETA se iría ajustando en función de lo que gane realmente. De esta forma, quienes ganan más tendrá que cotizar necesariamente más dinero, mientras que aquellos profesionales que tienen unos ingresos bajos verían ajustarse su cuota a la baja.
Se prevé que las negociaciones durarán unas cuantas semanas y es posible que la propuesta presentada por el Ministerio varíe sustancialmente. A pesar de ello, lo poco que se sabe sobre el posible nuevo sistema de cotización ha dado lugar a muchas dudas tanto entre los autónomos como entre los especialistas en economía.
¿Cómo afectará realmente la cotización por ingresos reales a los profesionales?
Aunque el sistema no está del todo definido, la estimación del Ministerio es que unos 700.000 autónomos se vean afectados por la subida de cotizaciones, mientras que la rebaja de las cotizaciones beneficiará a más de un millón de profesionales.
La idea es aplicar el corte a partir de los 25.000 euros al año. Quienes facturen más de esta cantidad tendrán que pagar necesariamente más en concepto de cotizaciones. Mientras que tienes tengan ingresos que estén por debajo del SMI verían su cuota rebajarse.
La duda está en torno a los autónomos que facturan una cantidad superior al Salario Mínimo Interprofesional en cómputo anual pero por debajo de los 25.000 euros. Se prevé que estos vayan a quedarse con una cuota de cotización similar a la que ahora mismo se aplica como cuota mínima, pero en realidad su situación todavía está por aclarar.
Lo que sí parece estar ya definido es que será un sistema flexible que permitirá al autónomo modificar la cuantía de su cotización a lo largo del año para adaptarla a sus ingresos reales. Incluso podría haber una regularización anual que podría implicar que el autónomo pague un extra si ha cotizado menos o que la Seguridad Social le devuelva dinero si ha cotizado de más.
¿Qué se entiende realmente por ingresos reales?
A la hora de determinar la cotización por ingresos reales es fundamental que primero se haga una definición de qué son exactamente estos. Los autónomos quieren saber cuál es el criterio exacto que se va a tener en cuenta para determinar su nivel de cotización.
¿Se tienen en cuenta los ingresos brutos o los ingresos netos? Elegir entre unos u otros puede suponer una gran diferencia, porque un autónomo puede tener unos ingresos brutos elevados, pero de ahí hay que descontar el pago de impuestos y otros gastos, lo que puede hacer que al final sus ingresos netos sean bastante más bajos.
Por otro lado, lo normal es estimar los ingresos en base al año anterior. Si el sistema de cotización por ingresos reales entrara en vigor en 2021, ¿se podrían tener en cuenta los ingresos de 2020 para hacer la estimación de ganancias, teniendo en cuenta que este año ha sido muy complicado para los autónomos?
Sobre estos temas todavía no se ha aclarado nada, y es algo que preocupa mucho a los autónomos que se van a ver afectados. De ahí que la gran mayoría de ellos todavía no se hayan formado una opinión concreta sobre si el nuevo sistema de cotización les parece bien o mal.
¿Cómo funciona la cotización por ingresos reales en caso de pérdidas?
Esta es otra de las grandes dudas que hay ahora mismo. Se parte de la base de que los autónomos tienen ingresos a través de su actividad, pero tampoco es extraño que un negocio pueda entrar en pérdidas, y menos en la actualidad con la crisis provocada por la Covid-19.
¿Qué ocurrirá si un autónomo cotiza por sus ingresos reales pero llega un momento en que empieza a tener pérdidas? ¿Se ajustará automáticamente su cotización a la baja, quedará exento de la misma?
La gestión del cambio de las bases en función del volumen de ingresos es un tema que preocupa mucho a los profesionales, porque los ingresos de un autónomo no suelen ser regulares, y necesitan un sistema ágil que les permita hacer cambios rápidos para poder subsistir en caso de que las cosas empiecen a ir mal en el negocio.
¿Es la cotización por ingresos reales una subida encubierta?
Esta es una de las sombras más importantes que planea sobre este cambio en el sistema de cotización.
Se supone que un sistema basado en ingresos reales debería estar orientado a buscar la equidad y facilitar el emprendimiento, de forma que los autónomos estén seguros de que el pago de sus cotizaciones no se va a convertir para ellos en un problema a nivel económico si las cosas no les van bien.
Pero no se puede obviar que con el nuevo sistema tres de cada cuatro autónomos verían aumentar su cota mensual de forma importante. Desaparecería la posibilidad de poder ajustar la cotización libremente dentro de los límites mínimos y máximos fijados, lo que en cierta medida quitaría libertad a los autónomos a la hora de decidir cómo gestionar su dinero y sus cotizaciones.
En estos casos desde los Poderes Públicos se utiliza el argumento de que con una mayor cotización los autónomos podrán acceder a mejores prestaciones sociales y a una pensión de jubilación más elevada. Pero este argumento se considera paternalista por parte de muchos profesionales, que se consideran perfectamente capaces de tomar sus decisiones y decidir cómo quieren cotizar y si prefieren acudir al sector privado para cubrir carencias de protección pública, ya sea contratando planes de pensiones o seguros de bajas.
Lo que parece claro es que la negociación no va a ser sencilla, porque la cotización por ingresos reales no se percibe ahora mismo como la mejor solución a la crisis que están pasando los trabajadores por cuenta propia.