La declaración del estado de alarma el pasado mes de marzo a raíz de la pandemia de coronavirus supuso un fuerte golpe para la economía de millones de personas. Pero muy especialmente para los autónomos, que vieron reducirse de forma drástica su facturación e incluso tuvieron que tener su negocio cerrado durante semanas.
Sin ingresos, y pendientes de cobrar un cese de actividad que en muchos casos se retrasó, la falta de liquidez se convirtió en un grave problema para ellos, que mientras tanto tenían que hacer frente al pago de impuestos correspondiente al cierre del primer trimestre del año y a las cotizaciones a la Seguridad Social.
Para que la falta de ingresos o el tener unos ingresos notablemente más bajos de lo habitual no se convirtiera en un problema para los profesionales, el Gobierno aprobó diferentes moratorias que llegan a su fin este mes de noviembre.
Es hora de pagar los impuestos atrasados por la pandemia
El primer estado de alarma se declaró a mediados del mes de marzo, y unos días después se producía el cierre fiscal del primer trimestre del año. Esto supuso que miles de autónomos tenían que presentar las autoliquidaciones de IVA, pagos fraccionados del IRPF y en algunos casos también los pagos a cuenta del Impuesto de Sociedades, así como el modelo 115 de arriendo o subarriendo de inmuebles.
Para muchos de los afectados hacer frente a estos pagos suponía quedarse sin liquidez en un momento de total incertidumbre sobre cuándo iban a poder volver a retomar su actividad con normalidad, y en otros casos directamente no se disponía de liquidez suficiente para afrontar el pago de impuestos.
De forma excepcional y debido a la pandemia se acordó una moratoria para aquellos que desearan acogerse a ella. Esta tenía una duración total de seis meses, estando exentos de intereses los cuatro primeros. A efectos prácticos esto supuso que los autónomos tuvieron hasta el 20 de septiembre para pagar las autoliquidaciones del primer trimestre sin pagar intereses.
Quienes han decidido agotar el plazo de seis meses verán extinguirse el mismo el próximo 20 de noviembre. Ese mismo día la Agencia Tributaria cargará en sus cuentas la deuda aplazada más los correspondientes intereses.
En noviembre también se pagan las cuotas atrasadas
Aquellos autónomos que decidieron atrasar sus pagos por lo que estaba ocurriendo con la pandemia van a tener un mes de noviembre algo complicado, porque también ahora llega el momento de pagar las cuotas atrasadas a la Seguridad Social.
Una de las medidas adoptadas a causa de la pandemia fue ofrecer a quienes estaban de alta en el RETA una moratoria de seis meses en el pago de sus cuotas de cotización a la Seguridad Social.
Los interesados pudieron retrasar el pago de las cuotas de mayo, junio y julio y este mes tienen que empezar a devolverlas. En noviembre se pagarán dos cuotas, la del mes en curso y la aplazada del mes de mayo. Lo mismo en diciembre, se pagará el mes en curso y la cuota atrasada de junio, mientras que en enero de 2021 se pagará la cuota de ese mes y la cotización demorada de julio.
Y a ello hay que sumarle la polémica subida de la cuota de autónomos que se produjo el pasado mes de octubre al aplicarse la subida de cotizaciones aprobada en 2018 y que no se pudo poner en marcha a principios de este 2020. Además, todos los autónomos tienen pendiente de pago los atrasos de esa subida desde enero hasta septiembre. Se sabe que esta cuantía se pagará en una cuota extra, pero todavía no hay una fecha para ello.
La pandemia se lo pone difícil a los autónomos
Está claro que lo que queda de año va a ser especialmente complicado para los profesionales que trabajan por cuenta propia. La gran mayoría de ellos van a tener que hacer frente durante este mes de noviembre al pago de impuestos y cuotas de Seguridad Social atrasadas, lo que les va a suponer un importante desembolso.
Y la obligatoriedad de pago llega en un momento en el que muchos profesionales están de nuevo con sus negocios cerrados o al borde del cierre debido a la aplicación de medidas para evitar el contagio.
A pesar de que se han aprobado nuevas ayudas a nivel estatal e incluso las administraciones locales están intentando aportar su granito de arena para ayudar a quienes tienen un pequeño negocio, muchos profesionales no ven una solución clara al problema. Esto lleva a los expertos a predecir el cierre de cientos de negocios en los próximos meses, incluso se estima que algunos no llegarían ni a Navidad.
Y mientras tanto quienes pidieron un préstamo ICO con los avales del Gobierno se encuentran ahora con que tienen que hacer frente a la devolución de lo pedido, pero su situación económica no solo no ha mejorado, sino que ha empeorado. Desde los Poderes Públicos ya se está teniendo en cuenta este problema y se están llevando a cabo negociaciones con la Unión Europea para ampliar los plazos de amortización.
¿Qué pueden hacer los autónomos que no tienen liquidez?
La bajada del volumen de ventas y el aumento de la morosidad que ha traído consigo la pandemia han dejado a muchos autónomos sin liquidez suficiente para poder hacer frente a los pagos atrasados.
Dado que no es nada aconsejable tener deudas con Hacienda o la Seguridad Social, y que esto puede suponer una barrera a la hora de acceder a ayudas como el cese de actividad, lo más recomendable en estos casos es intentar afrontar primero estas obligaciones antes que otras que estén pendientes de pago y, en caso de no poder pagarlas, contactar inmediatamente con un asesor para ver cómo se puede solucionar la situación, porque cuanto más tiempo esté la deuda sin pagar más intereses genera.
No obstante, los autónomos suelen ser previsores y la gran mayoría de ellos se han asegurado de tener ya disponible el dinero que deben devolver a lo largo de este mes, por lo que pasarán por este trámite sin mayores problemas.