Hay emprendedores de muchos tipos. Si le echamos un vistazo a profesionales que han triunfado con su idea de negocio podemos comprobar que entre ellos hay perfiles de emprendedor muy diferentes. Hay mujeres y hombres, más jóvenes y más mayores, que tenían mucha experiencia antes de lanzar su proyecto o que no tenían ninguna en el sector en el que iban a entrar, etc.
Esto hace que resulte muy difícil trazar un perfil medio del emprendedor, porque en realidad no lo hay. Si hablamos con cinco personas que hayan puesto en marcha un proyecto de éxito en un mismo sector, veremos que son muy diferentes entre sí. Sin embargo, sí hay una serie de rasgos que son comunes y que es importante que tú también tengas si quieres convertir tu idea en un proyecto exitoso.
1Al emprendedor nunca puede faltarle la ilusión
Desde el primer momento en que la idea de negocio toma forma en tu cabeza entras de lleno en un proceso que requiere mucho esfuerzo y sacrificios por tu parte. Sacar tiempo de donde no lo hay para ir dándole forma a esa idea y además compatibilizar esto con tu trabajo y también con tu vida personal.
Y cuando el negocio ya está en marcha las cosas no son mucho más fáciles. Muchas veces el emprendedor opta por la microgestión en las primeras fases de vida de su negocio y esto le supone un esfuerzo extra y tener que atender a cientos de cosas a la vez. La consecuencia directa es que aparecen fenómenos como el estrés y la ansiedad. Sin embargo, si la ilusión está ahí, todos esos sacrificios son mucho más llevaderos.