Liberbank y Unicaja anunciaron su fusión (por segunda vez) el pasado mes de octubre y a diferencia de Bankia y CaixaBank que hicieron lo mismo justo un mes antes, estos no dan muchos detalles cómo avanzan las negociaciones. Pero si hay algo que está claro tanto en una como en otra, es que los ajustes llegarán.
Desde el nuevo CaixaBank ya han dejado claro que será en marzo, cuando terminen de integrarse, el momento en el que empezarán a negociar con los representantes de los trabajadores. Si siguen sus pasos, Liberbank y Unicaja deberían hacer lo mismo en el segundo trimestre de 2021.
Según explican a MERCA2 desde distintos sindicatos, en Unicaja ya se está ofreciendo un 73% del salario a los nacidos antes de 1964 (incluido ese año) que se quieran ir de manera voluntaria. Es decir, a los trabajadores de 56 años o más.
1.500 SALIDAS
De los más de 6.000 empleados que tenía la entidad malagueña a cierre de 2019, la edad media era de 47 años, por lo que el abanico se abre bastante. Pero en concreto, cuentan con 757 personas en el banco que tienen entre 56 y 60 años, y otros 111 de más de 60 años. (En total, 868 trabajadores).
También los representantes de los trabajadores apuntan a que en Liberbank, los nacidos entre el 61-64 “son las que seguramente se van a extinguir”. Esto son lo que tienen entre 56- 59 años. Según las cuentas anuales de la entidad, de los más de 3.700 trabajadores que tenían en plantilla a cierre del pasado año, 1.095 eran mayores de 50 años. Aunque no especifican cuantos están en el rango alto.
“Se habla de unas 1.500 salidas, aunque nadie quiere apresurarse a dar cifras”, matizan. Están esperando salidas voluntarias y en función de eso luego necesitarán hacer menos ajustes vía ERE. “Si las medidas son voluntarias y no hay coacción, está bien, pero hay que ser consciente de la legislación”, explican.
Las ventajas de los que se van con un ERE, ya que el expediente de regulación de empleo está diseñado para que la gente no trabaje, no son las mimas que los que se van de manera voluntaria, que, aunque pueden seguir trabajando tienen el factor edad en su contra.
UNA NEGOCIACIÓN COMPLICADA
Liberbank y Unicaja no tienen tantos problemas en oficinas menos porque hay menos duplicidad que por ejemplo en Bankia y CaixaBank, pero aunque choquen menos en la distribución geográfica, consideran que llegar a un acuerdo “va a ser complicado”, pues son muchos los conflictos que no han terminado de solucionar.
Sobre todo, en Liberbank, donde llevan 7 años de juicios. El ERTE que aplicó el banco en 2013 fue anulado por la Audiencia Nacional (tras la denuncia de los sindicatos), después el Tribunal Supremo lo ratificó. La sentencia estimó que el banco devolviera a los empleados lo que no les habían pagado durante siete meses. Pero la entidad no pagaba y los sindicatos tuvieron que acudir de nuevo a la justicia.
Entonces decidieron que cada afectado interpusiera una demanda ante los juzgados provinciales pertinentes de manera individual. Siete años después, el banco sigue sin pagar a algunos trabajadores y les han acusado de saturar juzgados. A esto se suma la reducción de salario que Liberbank empezó a aplicar el pasado 1 de enero. La decisión se adoptó de manera unilateral, así que los trabajadores decidieron ir otra vez a la Audiencia Nacional.
La cita fue en julio, coincidiendo también con otra cita para denunciar que el banco había notificado por correo electrónico a todo el personal de los departamentos de Banca Privada y Centros Api, un nuevo horario, sin negociar. Esto afectó a 85 personas ubicadas principalmente en las ciudades con más volumen de negocio. Por suerte, el banco les ofreció igualar la jornada con el resto del personal de las oficinas en un acuerdo amistoso previo a la vista.
Volviendo la justicia a ponerse de su parte, la Audiencia Nacional declaró el pasado mes de septiembre la nulidad de los recortes salariales que lleva aplicando el banco todo el año. Pero como era de esperar, la entidad ya ha adelantado que recurrirá de nuevo al Supremo. Con esto, el banco gana mínimo un año más de tiempo y mientras se ahorra buena parte del sueldo de los trabajadores (16,3 millones en tres años).
MENÉNDEZ GANA PODER
También estas fuentes explican a MERCA2 que a diferencia de la primera vez que intentaron fusionarse, parece que esta vez sí ha habido acuerdo en que será Manuel Menéndez (actual CEO de Liberbank) quién llevará las riendas y mantendrá su actual cargo en la entidad resultante.
Y lo será a cambio de dejar caer la sede central del banco en Oviedo. “No es oficial, pero es la información que nos llega de gente cercana a la negociación” apuntan.
En medio de este jaleo y de tanta conflictividad, los sindicatos entienden que sus negociaciones serán las más difíciles del sector, pues ya saben que no “van a firmar nada” si el banco les busca las vueltas.