jueves, 12 diciembre 2024

Franck Vignard (Cetelem): “Las tarjetas revolving no están en vías de extinción”

Fue el pasado mes de marzo cuando el Tribunal Supremo (TS) dictó sentencia sobre los contratos de tarjeta revolving. Una norma que cambia los tipos de interés existentes y la forma de comercializar este producto financiero. Con esta vuelta de hoja, ¿peligra su continuidad? “Las tarjetas revolving no están en vías de extinción”, afirma Franck Vignard, consejero delegado y director general de BNP Paribas Personal Finance en España en una entrevista a Negocios TV.

La razón, según Vignard, está en que dichas tarjetas “tienen una esencia, y esa no es otra que satisfacer una demanda del cliente a corto plazo”. Es el caso de tener que pagar una factura, irse de vacaciones, o acometer un gasto imprevisto. “Lo que no tiene futuro es que una tarjeta revolving suponga una deuda infinita. Nuestra tarjeta, la Cetelem Pay, tiene la opción de revolving pero también posibilita pagar en tres, seis o doce meses. Condiciones claras y fijas”, matiza.

Para el consejero delegado de BNP Paribas Personal Finance, el gran avance del año es que se han definido “reglas muy claras que explican muy bien cómo funcionan las líneas revolving. Si se quiere pasar a un producto más a largo plazo, se explican cuáles son las alternativas. Lo que hay que asegurar es que sea bien vendido y explicado”.

CETELEM Y MÁSMÓVIL

Durante los últimos años, otro hecho que está tomando cuerpo es que grandes empresas energéticas y de telecomunicaciones están dando el salto para ser bancos o establecimientos financieros de crédito. De hecho, BNP Paribas Personal Finance ha llegado a un acuerdo con MásMóvil.

“La sucursal del banco ha dejado de ser el primer canal. Es un movimiento totalmente irreversible. Por eso hemos tomado la opción de acompañar este movimiento y prepararnos para esta nueva realidad. Adaptaremos nuestras soluciones para acompañar a socios como MásMóvil para que ofrezcan sus productos y servicios financieros”, resalta Franck Vignard.

Alibaba, Amazon, y otros gigantes tecnológicos están entrando en el mundo financiero. Un modelo de negocio que está muy basado en la utilización de los datos de sus clientes. “La esencia de estas grandes tecnológicas es utilizar todo el conocimiento sobre el cliente para venderlo después”, señala el consejero delegado de BNP Paribas Personal Finance. Y añade: “Es complicado que el consumidor esté concienciado al respecto. Se trata de una ruptura en el sentido de la privacidad de las informaciones de los individuos. Pero estas empresas también pueden ser un partner y un socio importante de los bancos, incluso de Cetelem”.

De hecho, BNP Paribas Personal Finance es partner de grandes empresas del sector. Así, ofrece soluciones de financiación para los clientes de Apple. Y Apple tiene esta preocupación con sus clientes. “Porque es el mayor activo que tiene”, recalca Franck Vignard. “Hay que asegurarse que otras empresas de tecnología sigan esta misma estrategia. Si lo hacen, serán más un partner que una amenaza para el sector”.

ÉXITO EN AUTOS

BNP Paribas Personal Finance es líder en la financiación de autómoviles dentro del sector bancario, dejando a un lado las financieras propias de los fabricantes. Un mercado que ha bajado este año. Sin embargo, Cetelem ha crecido en cuota de mercado.

“Uno de los factores que nos ha ayudado ha sido la digitalización. Otro, la suerte de tener buenos socios”, recalca Franck Vignard. Socios como Volvo, KIA o Hyundai. Cetelem también ha sabido acompañar a los concesionarios, no sólo ahora, también desde la anterior crisis iniciada en 2008. “Cetelem nunca ha dejado de prestar y acompañar a los concesionarios. Esto ha generado una fidelidad. Hemos ofrecido moratorias, líneas ICO y líneas específicas para necesidades nuevas”, subraya.

Por último, y respecto a la morosidad, el consejero delegado de BNP Paribas Personal Finance indica que su aumento “dependerá del apoyo que se dé a los sectores más afectados”. Si hace falta, en Cetelem están dispuestos a poner las herramientas que sean necesarias. Por ejemplo, este mes han arrancado lo que han denominado como préstamos irregulares. “Son préstamos en los que, el primer año, la cuota es más baja que en el resto de periodos. Hay gente que tiene sus ingresos afectados significativamente en estos momentos. Pero, una vez que pase esta crisis sanitaria, volverá a tener capacidad de pago y de afrontar una cuota que permita amortizar más rápidamente el pago”, concluye Franck Vignard.


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