Tocado y hundido. El sector comercial aéreo pone su mirada en 2024 y sus esfuerzos en resistir hasta entonces. Sin embargo, en el negocio que gira alrededor de las aerolíneas, la película no se cuenta de la misma manera para todos los segmentos del sector y el final tampoco será el mismo. Mientras que las líneas aéreas viven procesos irreversibles en muchos casos, para Aena esta crisis de movilidad por el covid será sólo un mal sueño. Y aunque el debate sobre su privatización parcial no está sobre la mesa, lo cierto es que el gestor aeroportuario está llamado privatizarse, -ahora más tarde, que temprano- porque es un negocio rentable y estable. Su privatización es sólo cuestión de tiempo.
En el negocio de las aerolíneas, no son precisamente las aerolíneas las mejor posicionadas, comenta Juan Luis Santos, profesor de Economía en la Universidad CEU San Pablo, en declaraciones a MERCA2. Los fabricantes, el duopolio formado por Airbus y Boeing; los proveedores de servicios a los fabricantes, oligopolio de los repuestos; y el monopolio de los aeropuertos se mantienen con mejores expectativas a corto y largo plazo. En este contexto, Aena ese “gran centro comercial” de las aerolíneas, de obligado tránsito, durante horas, para todo aquel que quiera volar, “va a sobrevivir con toda seguridad”, afirma el experto.
Pese a su elevado endeudamiento, en el contexto actual y en comparación con otras empresas, el suyo es “razonable” por debajo del 150 del total de fondos propios. Se trata de la compañía mejor posicionada de entre los gestores de aeropuertos europeos para retomar la retribución al accionista. Su endeudamiento es muy inferior al de sus pares y su beneficio se recuperará antes a niveles pre-Covid.
“Más que tarifas aeroportuarias sus ingresos se basan en su actividad como centro comercial” comenta Santos. Tiene su público asegurado por el trasiego de pasajeros que usan el transporte aéreo. Como “superficie comercial” no tiene tantos costes y además tiene la capacidad de endeudarse más. Sus resultados “no son malos, ha dejado de ganar dinero, pero no tiene casi pérdidas”, además “sigue teniendo flujo de caja”, porque pese a que algunos aeropuertos españoles son deficitarios “las islas, Madrid y Barcelona” los compensan.
LA PRIVATIZACIÓN FLOTA EN EL AIRE
Ni en esta legislatura, ni el actual Gobierno se plantean la privatización, si bien, en el futuro es la opción más probable. La cuestión es cuando, aunque dadas las circunstancias actuales, podría retrasarse respecto a la evolución que se hubiera producido en circunstancias normales -sin pandemia-. “El Estado acabará vendiendo todo, también las autopistas”, manifiesta el profesor de Economía. Al final, las privatizaciones servirán para cubrir el vacío de la caja de las pensiones.
En la actualidad, el 51% de Aena está en manos del Estado a través de Enaire, después, el segundo mayor accionista del gestor de aeropuertos es el fondo TCI, gestionado por el británico Christopher Hohn (con el 8,2% del capital), según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Tras ellos, Capital Research & Management (3,2%) y BlackRock (3%).
Al margen del Estado, “no hay socios mayoritarios”, por lo que en un hipotético caso en el que se pusiera a buen precio a la parte en cuestión, saldrían compradores, como por ejemplo, “otro operador aeroportuario”, sugiere Santos. De hecho, Aena tiene parte de la mexicana Grupo Aeroportuario Centro Norte, puesto que el gestor aeroportuario español “también se ha internacionalizado y tiene pequeñas inversiones en el exterior”.
Con cerca de los 20.000 millones euros de valor en bolsa y un dividendo casi del 8%, aunque que se redujera a la mitad “sería un dividendo razonable y sostenible”, ya que el 4% sólo lo dan ahora las eléctricas en la Europa occidental. Así que, Aena despertaría el apetito de los inversores. Pero fuera de ese escenario hipotético, ahora toca regular.
FONDOS EUROPEOS
De vuelta al presente, lo que sí percibirá Aena son fondos europeos. Durante su intervención en la Comisión de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana este miércoles en el Congreso de los Diputados, el presidente y consejero delegado del gestor aeroportuario, Maurici Lucena, se ha mostrado «seguro» de que Aena va a obtener «cuantiosos fondos europeos» pero por la vía de la concurrencia en aquellos proyectos de carácter medioambiental, de la digitalización o de la innovación de I+D.
Tras ser preguntado sobre la viabilidad de la compañía, Lucena, quien ha pasado «los meses más duros» de su carrera profesional, ha asegurado que lo que le preocupa es la gestión pero no la supervivencia de la empresa. «Lo aguantará sin ninguna duda», ha remarcado.
«EL TRÁFICO VOLVERÁ, PERO NO SABEMOS CUÁNDO»
El presidente de Aena ha señalado que para el transporte aéreo esta crisis «no tiene precedentes históricos» y es la más grave desde la II Guerra Mundial. Desde hace unos meses, la compañía ha decidido «por prudencia» no emitir previsiones propias. No obstante, ha señalado que, de acuerdo con las estimaciones de otros organismos internacionales, como la Asociación Internacional de Aeropuertos, se prevé en 2020 una caída del 70% en el tráfico aéreo en Europa en comparación con 2019 y que la recuperación no se materializará hasta 2024-2027.
En los nueve primeros meses del año, el tráfico en los aeropuertos de Aena, que son casi todos los del territorio nacional, ha caído el 70%. Además, Lucena ha avanzado que los tres meses siguientes «no parece que vayan a ser muy buenos», con lo que incluso puede caer más de este 70%.
«Es muy difícil ahora mismo hacer una estimación de lo que va a ocurrir en los próximos meses y Aena ha decidido no hacerlo porque la visibilidad es bajísima, lo que supone que hasta que no exista una vacuna o un tratamiento médico muy eficaz no vamos a tener nada que se parezca a una verdadera recuperación«, ha señalado.
En cuanto a las medidas adoptadas por la compañía, Lucena ha recordado que la empresa se vio obligada a hacer un ajuste operativo «muy fuerte», cerrando terminales y hablando con proveedores para llegar a acuerdos, además de intervenir en la elaboración de guías europeas relativas a los aeropuertos y la seguridad.
Además, ha señalado que la compañía ha tratado de ajustar los gastos de explotación, ha paralizado en los peores meses de la pandemia las inversiones, ha obtenido créditos de instituciones financieras públicas y privadas y ha suspendido el dividendo.