Pocos lo dudan: el plato más representativo de la gastronomía española es la tortilla de patatas. Lo que no crea tanto consenso en la manera de cocinarla y de acompañarla. Aceite, patata, huevo y sal. Nunca tan pocos ingredientes generaron un debate tan intenso en la restauración de España. Por eso, en este artículo queremos explicarte cuál es, a nuestro modo de ver, la manera en la que tus invitados quedarán asombrados por tus dotes culinarias cuando prepares este plato. Allá vamos.
1¿Cómo proceder con los huevos?
Respecto a los huevos, la primera aclaración es que, cuanta mejores sean, cuanto más calidad tengan, más sabrosa será la tortilla. Parece obvio, pero merece la pena recordarlo. Unos huevos procedentes de gallinas criadas en libertad y alimentadas con maíz pueden hacer que el nivel de tu tortilla sea mucho más alto que si utilizas huevos comunes.
La mayoría de la gente prefiere batirlos. Vamos, como se ha hecho de toda la vida. Sin embargo, en los últimos años, grandes maestros culinarios recomiendan no batirlos sino mezclarlos. Y a poder ser con una cuchara. ¿El resultado? La tortilla quedará más melosa. Tú decides.