domingo, 15 diciembre 2024

Un comprador para Majorica: naufragan las perlas de Mallorca

130 años de historia, dos guerras mundiales y una contienda civil no consiguieron hundir a Majorica. Tuvo que llegar el coronavirus con la mayor crisis de movilidad para aplastar el negocio de las perlas artificiales que la familia alemana Heusch llevó a Mallorca en 1890. Majorica busca comprador y lo podría haber encontrado en inversores locales de los que, de momento, no se conocen más detalles. La crisis del turismo ha hecho naufragar una de las señas de identidad de la isla balear. Ahora el futuro de la glamurosa joya mallorquina es una incógnita.

La perla es un clásico que ha resistido a las modas como símbolo de distinción y elegancia. La que no ha resistido el fuerte impacto del Covid-19 ha sido Majorica, debido a que sus ventas están estrechamente vinculadas al turismo -con puntos de venta en aeropuertos y cruceros-. La empresa mallorquina especializada en perlas artificiales consiguió “democratizar” una joya en su origen reservada únicamente a las compradoras más poderosas y privilegiadas.

El director general de Majorica, Didier Grupposo, explicaba hace unos días que se prevé cerrar el año con una cuarta parte de las ventas que se registraron en 2019. Era inevitable, llegaba la suspensión de pagos.

Lo cierto es que la empresa mallorquina especializada en perlas artificiales atravesaba por dificultades desde los noventa, cuando empezó a sufrir cambios en el accionariado. En sus mejores tiempos, la firma superó los 700 empleados, de los que hoy apenas quedan 300. En 2002 fue adquirida por la empresa catalana, Inversiones en Perlas de Mallorca SA- Line Invest XXI, pero dos años después vendió la mitad a un grupo chino.

Ahora, “un grupo de inversores está interesado en hacerse cargo de la fábrica insolvente de Manacor”, avanzaba una información del semanario y digital Mallorca Zeitung. Según la publicación en alemán, “la fábrica de Mallorca, Perlas Majorica​, ya tiene interesado”. Se trataría de un grupo de inversores, formado en su mayoría por empresarios mallorquines, que podrían adquirir la fábrica.

Al anunciar el concurso de acreedores, la empresa trasladó al comité la existencia de un grupo de inversores mallorquines interesados. En este contexto, desde el sindicato CCOO han incidido en la necesidad de conocer «qué intenciones tienen» esos inversores. En el sindicato se han mostrado preocupados por que se quiera «comprar la marca pero no la producción».

Grupposo ha avanzado que el grupo inversor candidato «no tiene la menor duda respecto a mantener la producción en Manacor», aunque se prevé una reducción de plantilla puesto que «la demanda no se va a recuperar en un año».

El director de Majorica confirmaba que se trata de un grupo español, formado mayoritariamente por personas de Mallorca, y ha avanzado que se comprometen a mantener «más del 50% de la plantilla».

MANTENER EL EMPLEO EN MANACOR

Durante la pandemia se han intentado buscar fórmulas para superar la crisis, pero las malas cifras de septiembre y octubre, tras un verano de escasas ventas, han obligado a presentar el concurso voluntario de acreedores. Desde CCOO han expresado su preocupación porque «ahora mismo las nóminas de los trabajadores están en cuestión», si bien matizan que, por el momento, no existe deuda de la empresa con los trabajadores -aunque Majorica «ya tenía dificultades para pagar»-.

Grupposo ha indicado que la prioridad es cumplir con los trabajadores y que se ha transmitido que cualquier ingreso irá al pago de nóminas. A día de hoy, los empleados que no están incluidos en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) continúan acudiendo a sus puestos de trabajo, según informan fuentes de UGT. La empresa realizó un ERTE hace meses para los trabajadores de la fábrica.

Además, desde CCOO quieren influir para que la producción se concentre en Manacor y no se deslocalice. «Estamos convencidos de que la empresa es viable», según declaraba recientemente el secretario general de la Federación de Industria de CCOO Baleares, Dani Cámara.

Los sindicatos buscan que, en caso de compra por parte de un grupo inversor, los empleados sean subrogados. La empresa de perlas cuenta en conjunto con más de 250 trabajadores.

PERLA MAJORICA: OBJETO DE IMITADORES

La creación de la perla Majorica sigue un riguroso proceso, perfectamente controlado, que se inicia con la preparación del núcleo interior por manos expertas, tal y como explica la web corporativa de la marca. A continuación, estos núcleos se recubren con finísimas capas compuestas por esencia de perla, (extracto de nácar obtenido de elementos orgánicos del mar Mediterráneo). Finalmente, son tratadas para protegerlas de las agresiones externas y proporcionarles una duración y calidad superior a cualquier otra.

Las joyas Majorica obtienen así su Certificado de Garantía Internacional. A diferencia de las perlas naturales, que son excesivamente delicadas para su uso diario, las perlas Majorica son resistentes a las acciones de agentes nocivos externos de la naturaleza como el sol, el sudor y el agua del mar. Las características de la perla Majorica permanecen inalterables y tienen una vida mucho más larga que cualquier otro tipo de perla. La calidad y prestigio de la marca ha ocasionado que la patente de Majorica haya sido objeto de imitadores.


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