La firma de Jijona, una de las más veteranas del sector, afronta su Navidad más atípica en sus casi cien años de vida y cruza los dedos de cara a la próxima campaña. “La experiencia de los meses de confinamiento nos indica que el consumo en los hogares ha respondido bastante bien. De ahí que tenemos la esperanza de que, en caso de que hubiese confinamiento en navidades, el consumo podría ser similar al del año pasado”, afirma Francisco López Merlos, director comercial de Turrones Picó.
Otro asunto será el consumo en la hostelería. Un canal de venta que, sin llegar a tener la misma importancia, representa un campo importante. “Lo vemos con bastante preocupación por las diferentes restricciones comunitarias”, reconoce Francisco López. Para el canal Horeca, Turrones Picó tienen productos a granel, tipo porciones de turrón. “Si continúan los confinamientos, y cerrándose comunidades y pueblos, obviamente creemos que bajaremos bastante la facturación por este canal”, añade.
El directivo de la firma alicantina reconoce que será imposible mantener los números de la pasada campaña. Pero por una razón concreta: “Hemos tenido un verano muy malo, y el verano es una temporada con cierta representación en nuestra empresa”. Aun así, considera que “las navidades siempre es un buen momento para hacer excesos. Y los dulces de Navidad son un pecado apetecible. ¿A quién no le apetece un dulce después de tantas noticias amargas?», pregunta.
LA FACTURACIÓN DE TURRONES PICÓ
Además de la mala campaña estival, en Turrones Picó miran hacia otro foco: las cestas y los regalos de Navidad. “Creemos que saldrá muy perjudicado de esta pandemia. Es difícil que las empresas que estén relacionadas con el sector turístico puedan estar para hacer regalos. Aunque una parte de las empresas, ajenas a sectores turísticos, está haciendo un esfuerzo enorme y mantendrá el regalo de Navidad a sus trabajadores”, explica Francisco López.
En Turrones Picó, por todas estas circunstancias, no esperan crecer por encima de los valores medios en turrón, mazapán y otras especialidades. Los valores medios serán similares a los del año pasado. “Es pronto para decirlo, pero esperamos una disminución de facturación de alrededor de un 15%”, indica el director comercial.
Lo que sí ha mantenido Turrones Picó ha sido el nivel de contratación. “Las líneas de producción necesitan el mismo personal para poder producir, así como todos los productos que tenemos de elaboración artesana, que necesitan mucha mano de obra”, arguye.
Por lo que respecta a las ventas en el exterior (está presente en más de quince países), en este canal han notado bastante la pandemia, con una caída de ventas, que supondrá alrededor de un 40% menos de facturación. “Aunque aquí sí que no tenemos demasiada presencia, por lo que nuestra facturación lo notará muy poco”, añade Francisco López.
En lo que concierne al comportamiento de las materias primas, no se ha encarecido su precio. Incluso, por ejemplo, y en el caso de la almendra, se rebajó después del mes de abril. “Una gran parte de la almendra la compramos en el primer trimestre del año, habiendo pagado la gran mayoría a los niveles del año pasado”, concluye el director comercial de Turrones Picó.