Con la hostelería a medio gas, y nuevas restricciones y confinamientos, las marcas cerveceras se enfrentan a un escenario en el que el ajuste laboral llama a sus organizaciones. La primera que ha dado el paso ha sido Heineken. La firma holandesa llevará a cabo, en 2021, un ajuste de plantilla en sus oficinas centrales y regionales.
El objetivo de Heineken con esta medida, que comenzará a aplicar en el primer trimestre de 2021, es el de reducir en un 20% el coste de personal. Los datos obligan. De enero a septiembre, su beneficio neto ha caído el 76,2%, para situarse en 396 millones de euros. Y las perspectivas no acompañan.
Las ganancias de Heineken a finales de 2020 serán de 3.992 millones de euros. Por tanto, un 29% por debajo de lo cosechado un año antes. Así lo estima el consenso de analistas de bancos de inversión recopilados por FacSect. El canal de hostelería para Heineken, en el caso concreto de España, está en el 65%. Aquí, las ventas de sus marcas como Cruzcampo o Amstel, hasta mediados de año, habían caído un 20%.
HEINEKEN Y MAHOU SAN MIGUEL
Heineken no se verá sola en esta particular travesía del desierto. Mahou San Miguel, por ejemplo, ha afirmado que va a cerrar 2020 con pérdidas. En los ocho primeros meses del año, la caída de las ventas fue superior al 10%. Un porcentaje que llega hasta el 37% en el caso de las ventas a la hostelería. El canal de alimentación, que ha crecido un 10%, no compensa el desplome en bares, cafeterías y restaurantes.
El sector cervecero no duda de que, en lo que queda de año, los ingresos seguirán a la baja. Asimismo, habrá tensión en la liquidez. Y tendrán que poner el foco en asegurar la tesorería. De no ser así, y aunque de momento marcas como la propia Mahou San Miguel o Estrella Galicia no han llevado a cabo Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (Erte), es posible que se vean obligados a continuar el camino señalado por Heineken.
RECUPERACIÓN EN 2022
A nivel mundial, las ventas de cerveza caerán un 14%. Pasarán de 168.000 millones de euros, en 2019, a 146.000 millones, en 2020. Y 2021 no aventura una recuperación. De hecho, y según FacSet, será en 2022 cuando se vuelva a los niveles previos a la aparición del virus. Heineken, para contrarrestar el momento, buscará mejorar la calidad y la agilidad.
Un entorno volátil en el que tanto 2020 como 2021 serán años atípicos. Los planes respecto a los mismos han quedado guardados en los cajones, y se empiezan a forjar otros. Dos años de transición, o de oportunidad, en el que enseñas como Mahou San Miguel o Estrella Galicia están aprovechando para lanzar nuevos productos. Cebos para atraer, y atrapar, a los clientes tanto en el canal hostelería como en el de alimentación.
Además, algunas cerveceras, como las anteriormente citadas, han impulsado su canal online. Y, aunque crece a buen ritmo, su rentabilidad no está todavía a la altura de las necesidades.
Heineken es uno de los grandes productores de cerveza mundiales: Amstel, Cruzcampo, Birra Moretti, Sagres… Según FactSet, sus ventas disminuirán hasta los 20.045 millones de euros en 2020 (un 16% menos). AB InBev (Beck’s, Budweiser, Corona…), por su parte, verá caer las ventas un 18% (38.520 millones). Mientras que China Resources Beer sólo tendrá un descenso en las ventas del 3%. Sus números serán de 4.145 millones de euros. Esta última, de los tres grandes grupos, será la única que verá incrementar sus ganancias en 2020: un 48%.