Las pensiones, las prestaciones por desempleo y el pago de los intereses de la deuda suponen el 48,2% del gasto contemplado en los Presupuestos Generales del Estado previstos para 2021, según consta en el proyecto remitido este lunes por el Ministerio de Hacienda al Congreso.
Estas tres partidas suman un total de 219.984 millones de euros, lo que equivale al 48,23% de los 456.073 millones de euros de gastos presupuestados.
Estas tres partidas son las más cuantiosas junto a las transferencias a las comunidades autónomas, que suman 70.288 millones de euros.
El mayor gasto del presupuesto será el de las pensiones, que concentrarán 163.297 millones de euros, un 3,2% más respecto al avance de liquidación del presente ejercicio, así como un 35,8% del gasto total.
El gasto en esta partida se ha visto incrementado en un 66,6% desde 2008, cuando ascendía a 98.011 millones de euros.
Además, los PGE para 2021 incorporan el incremento de las pensiones contributivas en un 0,9% y un incremento del 1,8% de las pensiones mínimas y no contributivas, lo que beneficiará a un total de 9,9 millones de pensionistas.
Por su parte, la partida de desempleo cuenta con una asignación de 25.012 millones de euros, un 20,1% más y supone el 5,5% del gasto total. Las prestaciones por paro concentran unos recursos superiores a los Presupuestos de 2008, cuando se dedicaron 15.777 millones a esta partida.
En cuanto a la deuda pública, la partida vinculada a su coste asciende a 31.675 millones, un 0,4% más. El coste de la deuda tiene un peso del 6,9% sobre el gasto total.
Pese a la contención, la cifra es el doble de la que suponían los intereses de la deuda en 2008 (15.265 millones), cuando la deuda pública no representaba más del 34,3% del PIB y ahora ronda el 111% de la riqueza nacional.
Por distribución de grandes áreas de gasto, el 53,7% de los Presupuestos corresponde a gasto social, el 33,5% a actuaciones de carácter general, el 7,5% a actuaciones de carácter económico y el 5,2% a servicios públicos básicos.
De entre las partidas destinadas al área de gasto social, se destaca el refuerzo de la protección de los más vulnerables, la potenciación de la cohesión y la inclusión, eliminar la brecha de género, el refuerzo y resiliencia del sistema nacional de salud, y el impulso del capital humano como palancas del empleo y generación de oportunidades.
En esta área destacan la política de servicios sociales y promoción social, el desempleo, educación, sanidad y el acceso a la vivienda y fomento de la edificación.
Por su parte, en el área de gasto de actuaciones de carácter económico el refuerzo se concentra en el impulso de la transición energética, ecológica y digital, así como la modernización del tejido industrial y de la pyme. Destacan los incrementos en I+D+i y digitalización, industria y energía, comercio, turismo y pymes, e infraestructuras y ecosistemas resilientes.