El crecimiento de la economía española se resentirá en los próximos años, pero en cambio el ahorro «precautorio y previsional» crecerá, según se desprende del estudio ’25 Preguntas y respuestas sobre el ahorro previsional en tiempos de la Covid-19′ de Mutua de la Abogacía, en colaboración con la consultora LoRIS.
Los autores del estudio, José Antonio Herce y José Antonio Puertas, plasman, a través de 25 preguntas y respuestas, el efecto que ha tenido la pandemia sobre el ahorro previsional y el cambio de hábitos económicos de la sociedad.
«El estudio del ahorro precautorio y previsional se ha convertido en uno de los principales pilares de investigación para la Mutualidad de la Abogacía», afirmó Fernando Ariza, director general adjunto de Mutualidad de la Abogacía, que además destacó que este tipo de iniciativas aportan herramientas para conseguir que la sociedad adquiera una mayor educación financiera, fomentando la cultura del ahorro de forma transversal a todas las generaciones.
El estudio se enfoca en dar respuestas a cuestiones de cuatro ámbitos socioeconómicos: economía, ahorro, sostenibilidad del sistema y mutualismo. En lo que compete a la economía, los autores destacan la vulnerabilidad de algunos colectivos como los jóvenes o los autónomos ante esta crisis financiera, dado que muchos todavía no han sido capaces de superar la recesión de 2008, lo que, añadido a las consecuencias económicas del confinamiento, supone la precarización de muchos trabajadores y hogares.
Sobre la pandemia, los autores destacan que la pérdida económica causada por el confinamiento es consecuencia del «parón» de las actividades no esenciales y la reorientación de la parte restante del sistema productivo y de distribución hacia las necesidades prioritarias de una economía en cuarentena.
En materia de ahorro, los autores destacan la ausencia de un escenario de prevención sistémica en todos los países y a todas las escalas para hacer frente a una pandemia como esta.
En el caso de España, esta afirmación, para el sector público, se refleja en la necesidad de elevar el estatus de las políticas de Salud Pública y dotarlas de recursos masivos que hay que detraer de otros usos.
Igualmente, en el ámbito privado o familiar, este escenario está obligando a asignar recursos más escasos a atender necesidades perentorias de liquidez para afrontar pagos en detrimento de otros usos personales o familiares, según el estudio.
Sobre los autónomos, los autores resaltan que el trabajo autónomo constituye un «densísimo entramado» de servicios directos a los hogares y también en el encadenamiento de servicios a empresas, y hacen especial énfasis en que los trabajadores autónomos tienen un menor grado de protección social que los asalariados en materia de pensiones, desempleo, e incapacidad transitoria.
Según los autores, una característica que ha acabado distinguiendo decisivamente a las mutualidades alternativas al RETA es que, mientras que el RETA, que es parte integral de la Seguridad Social, practica el método financiero del «reparto», las mutualidades practican el de capitalización individual.
El sistema de capitalización es aquel que se basa en el ahorro individual y consiste en la acumulación de las aportaciones y de los rendimientos generados de forma individualizada; los fondos constituidos se destinan a la cobertura de las prestaciones de cada contribuyente transformándose en flujos de renta y/o servicios a la ocurrencia de la jubilación o contingencias.
La Mutualidad de la Abogacía realizó esa transformación en el año 2005, evolucionando de un sistema de capitalización colectiva a uno de capitalización individual, con el lanzamiento de su producto Plan Universal.
El reto esencial del mutualismo previsional durante esta crisis es preservar este modelo, según Mutualidad, que añade que deben ser capaces de mantenerse cerca del mutualista, de adaptarse a una supervivencia financiera y evolucionar teniendo en cuenta la oferta previsional de la Seguridad Social, a la que han tenido que mejorar en ocasiones siempre respetando el imperativo de la solvencia financiera.
En este sentido, para garantizar que el mutualista está informado sobre el estado de sus contribuciones, su retorno y su ahorro previsional, la Mutualidad de la Abogacía decidió, en el año 2018, suministrar a todos sus mutualistas lo que se conoce como «sobre naranja».
El sobre naranja tiene su origen en Suecia, donde comenzó la práctica de informar a todos los afiliados al sistema público pensiones del importe de su pensión de jubilación para así promover el ahorro previsional.
«Este ejercicio de anticipación da un gran margen de maniobra para los mutualistas, quienes, en caso de considerar insuficiente la pensión estimada pueden mejorarla aumentando sus aportaciones si lo desean», destaca Ariza.