Todos sabemos que emprender no es nada sencillo, pero hay personas con muy buenas ideas y con potencial para el éxito que se empeñan en sabotearse a sí mismas para no dar el paso de poner en marcha un proyecto propio. Algo que tampoco es de extrañar si tenemos en cuenta que asumir la responsabilidad de tener un negocio propio supone también hacer frente a grandes retos con poca o ninguna ayuda.
Pero son aquellos que se atreven a emprender los que consiguen que las cosas cambien. Piensa por ejemplo en los creadores de Amazon o de Uber, en su momento también en ellos se arriesgaron sin saber si iban a triunfar, y no solo han conseguido hacerse millonarios, sino que han cambiado la forma de comprar y de viajar, respectivamente, de millones de personas en todo el mundo.
Si tienes una buena idea rondándote la cabeza y empiezas a sentir ese gusanillo de tener tu propio negocio, es hora de sacudirte los miedos y decirle adiós a algunas de las excusas más típicas que te están impidiendo dar un paso de calidad en tu vida personal y profesional.
1Eres muy joven o muy mayor para emprender
El edadismo sigue estando presente en muchos aspectos de la vida cotidiana, y cuando se trata de emprender también nos tropezamos con él. ¿Sabes cuál es la edad perfecta para emprender? ¡No la hay! Hay casos espectaculares de emprendedores que han puesto en marcha proyectos brillantes incluso antes de llegar a la mayoría de edad y personas que se han animado a poner su negocio en marcha después de jubilarse.
Ser emprendedor no es cuestión de ser joven o mayor. Nunca somos ni demasiado jóvenes ni demasiado mayores para afrontar nuevos retos y vivir nuevas experiencias, así que no te pongas a ti mismo la edad como una excusa. Es cierto que no es lo mismo emprender con 20 años que hacerlo con 50, todo tiene sus pros y sus contras, pero en ningún caso deberías quedarte con las ganas de lanzar tu proyecto por algo tan insignificante como lo es tu edad.