«Los mercados no están descontando con toda su intensidad que pueda no haber acuerdo del Brexit» señalaba este lunes el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos durante su participación en el ‘XI Encuentro Financiero Expansión-KPMG ‘.
Reino Unido salió de la Unión Europea el pasado 31 de enero, pero se encuentra en periodo de transición hasta el próximo 31 de diciembre. En estos ocho meses, Bruselas y Londres han tratado de negociar cómo será su relación en el futuro, sobre todo en el ámbito comercial. Pero se han celebrado nueve reuniones y en ninguna ha habido consenso.
La pasada semana, Boris Johnson avanzó que su país debería prepararse para un Brexit sin acuerdo. El objetivo del primer ministro era tener un pacto cerrado antes del 15 de octubre, pero sus planes no se están cumpliendo. Es por eso que Luis de Guindos ha advertido que la recuperación económica de la eurozona está repleta de incertidumbres y no solo por los efectos de la pandemia, en su opinión predominan «riesgos a la baja» como la posibilidad de que haya un Brexit sin acuerdo, donde el Banco Santander o el Banco Sabadell, tienen gran presencia. Pero también Telefónica, Ferrovial e Iberdrola, además de IAG, el grupo de aerolíneas al que pertenece Iberia.
DEUDA Y ESTÍMULOS
Paralelamente, el vicepresidente ha defendido que las actuaciones del BCE han evitado la fragmentación del mercado de deuda. También ha adelantado que la retirada de los estímulos se irá produciendo de forma gradual y se debe evitar «una retirada rápida, para que no haya recaída». Todo lo marcará la evolución económica.
En esta línea, ha insistido en la importancia de que, una vez que los efectos de la pandemia se vayan difuminando, se vuelva a prestar atención a la sostenibilidad de las finanzas públicas. «En cuanto la situación económica vaya mejorando resulta imprescindible que la actuación en la contención de los déficit y de la deuda se vaya incrementando».
A su vez, el exministro español de Economía ha reiterado que la economía de la eurozona se ha comportado en general de acuerdo con las previsiones del BCE, que apuntan a una caída del PIB de la región del 8% para 2020, con un fuerte rebote en junio y julio e incluso agosto, pero una cierta pérdida de intensidad desde entonces.
En cuanto a la evolución de los precios, ha mantenido la previsión de que la tasa de inflación de la zona euro «va a estar negativa prácticamente hasta final de año» como consecuencia del impacto de la pandemia sobre el consumo y por factores específicos como la bajada de IVA en Alemania, mientras que en 2021 se situará por encima del 1% y en el entorno del 1,3% para 2022. «La recuperación es incierta, incompleta y desigual», ha apuntado.
RENTABILIDAD
Luis de Guindos también ha hablado de los riesgos para la estabilidad financiera de la zona euro, en concreto de la baja rentabilidad del sector, que ya era muy pobre antes del impacto de la pandemia, con fuertes caídas además de los ingresos por intereses netos lideradas por España e Italia, lo que lastra a las entidades a la hora de acudir a los mercados y puede provocar actuaciones que no sean las más adecuadas debido a la correlación entre rentabilidad y niveles de provisiones realizados.
De este modo, el vicepresidente del BCE ha reiterado que la consolidación bancaria representa una herramienta para avanzar en la reducción de costes y del exceso de capacidad, pero no supone un fin en sí misma.
El banquero central ha advertido del riesgo relacionado con la acumulación de deuda soberana y corporativa en la zona euro, señalando que el bajo nivel de los tipos de interés permite considerar este endeudamiento sostenible y por el momento ha evitado una oleada de insolvencias corporativas. De hecho no se ha visto todavía «una oleada de fallen angels», aquellos con un rating de inversión por encima de insolvencia, que posteriormente pasan a tenerlo por debajo, algo que dependerá «de la evolución sanitaria, las medidas tomadas y las ayudas públicas», ha concluido.