La cadena de valor del sector logístico tiene diferentes segmentos de negocio. Junto al área inmobiliaria y de almacenamiento, donde las naves centran la atención, el transporte es otro elemento esencial en este engranaje. Además, las reducciones de movilidad que ha provocado la pandemia por el covid ha reforzado ese papel.
Bajo estas circunstancias, la logística del transporte se mueve en tres vectores fundamentales: el ahorro de costes; la eficiencia de los procesos; y el impulso a la sostenibilidad. Tiene una importancia capital porque las ciudades deben descongestionar sus calles, y las empresas deben dar soluciones inteligentes.
Con esa premisa llega al mercado WagonGO. El objetivo de esta startup es revolucionar el sector de la logística en la ciudad. La nueva plataforma, que ha iniciado su actividad hace unos meses, permite enviar paquetes y mercancías de cualquier tamaño desde y hasta cualquier punto dentro de una ciudad, conectando a conductores y usuarios para realizar los envíos de una manera rápida, cómoda, segura, económica y sostenible.
El momento, según explica su fundador Miguel Ángel del Pino a MERCA2, viene dado por las circunstancias del covid. «La logística del transporte cada día es más importante, sobre todo en un contexto de baja movilidad«, asegura. Asimismo, sobre la confluencia de diferentes segmentos de negocio, como el ‘delivery food’, y el reparto en general, asevera que «hay calle para todos».
Asume que «lo que se deben tener son opciones para las diferentes necesidades a nivel logístico. Ya sea mercancía o necesidad de cualquier tipo». Además, añade que «el mundo poscovid desarrollado de manera definitiva el comercio electrónico». Esta situación se verá en las calles, de igual manera que los negocios inmobiliarios, como se refleja en este especial que realiza MERCA2.
LOGÍSTICA Y SOSTENIBILIDAD
«La sostenibilidad es muy importante. Las ciudades tienen limitaciones, sobre todo en los centros; por eso tiene que haber alternativas que lleguen a cualquier punto de la ciudad». Esa es una de las claves. En plena transición ecológica, no es sostenible que haya furgonetas contaminantes paseando por las ciudades con dos paquetes.
En este sentido, WagonGO tiene su particular apuesta. La plataforma, que permite enviar paquetes y mercancías de cualquier tamaño desde y hasta cualquier punto dentro de la ciudad, ha convertido sus triciclos eléctricos en su seña de identidad. Con unas dimensiones de 235x860x1200mm y un peso de 60 kg pueden transportar hasta 100 kilos sin suponer un esfuerzo físico para el driver gracias a su asistencia eléctrica, y lo más importante, disminuyendo de este modo tanto la contaminación ambiental como la acústica.
Miguel Ángel del Pino es consciente de la responsabilidad ‘verde’ que tienen las empresas. Sobre todo, como argumenta, porque «lo que se iba a conseguir en 10 años, se conseguirá en muchos menos tiempo a nivel de comercio electrónico y logística». Por eso entiendo que no se debe perder tiempo.
El ejemplo de WagonGO se deberá hacer extensible. Las calles, en estos momentos, están llena de repartidores. Se mezclan los dedicados a la alimentación, el comercio, y todo lo demás, como la mensajería. Hacer compatibles vehículos y personas es complicado, sobre todo cuando no se piensa en movilidad sostenible.