La pensión de viudedad es una forma de protección social con mucha historia a sus espaldas, que busca proteger a la persona que ha perdido una parte importante de sus ingresos a consecuencia de la muerte de su pareja. Aunque muchas veces se asocia el cobro de la pensión con el hecho de ser mujer, lo cierto es que también un hombre que haya quedado viudo puede acceder a su cobro.
En un principio esta pensión buscaba proteger a la mujer que, al quedar viuda, quedaba sin recursos económicos. Algo que era habitual en otras épocas en las que el trabajo de las mujeres casadas no era lo normal. Pero hoy en día en la mayoría de los matrimonios, sean da parejas heterosexuales u homosexuales, los dos miembros suelen trabajar, y aún así se ha decidido mantener la existencia de esta pensión para ayudar económicamente a quien ha perdido a su cónyuge. De hecho, también se reconoce la pensión de viudedad a las parejas de hecho en ciertos casos. Pero igual que surge el derecho, este puede desaparecer, y hoy vamos a ver cuándo ocurre esto.
1Pérdida de la pensión por decisión judicial
Este es uno de los casos menos habituales, y si alguien se ve privado de una pensión de viudedad por sentencia judicial es porque se han descubierto indicios delictivos. Según nuestra legislación, una persona pierde su pensión de viudedad si hay una sentencia o resolución judicial que la declare causante de la muerte del cónyuge cuyo fallecimiento ha dado derecho a cobrar la pensión.
También en aquellos casos en los que una resolución judicial o sentencia firme determine que el titular del derecho es responsable de un delito doloso de homicidio o de lesiones, si la persona ofendida fuera la causante de la pensión. Es decir, que si se descubre que alguien ha causado daño o incluso la muerte a su pareja, perderá su derecho a cobrar la pensión de viudedad.