viernes, 22 noviembre 2024

Bruselas apremia a Eurocámara y gobiernos a acordar el presupuesto

La Comisión Europea ha apremiado este jueves al Parlamento Europeo y a los gobiernos de los Veintisiete a cerrar cuanto antes un acuerdo sobre el presupuesto de la UE para los próximos siete años, acuciados por el empeoramiento de la situación epidemiológica y el aumento de las infecciones de coronavirus en el bloque.

Los negociadores de la Eurocámara y el Consejo de la UE (los Estados miembros) han terminado una nueva ronda de conversaciones sin ningún avance y han constatado el estancamiento de las mismas a menos de tres meses de que acabe el año.

El comisario de Presupuesto y Administración, Johannes Hahn, ha declarado al término de la reunión que el intercambio entre todas las partes ha sido «abierto y franco». El austriaco subrayó durante la reunió «la urgencia de lograr un acuerdo a la luz del empeoramiento de la situación epidemiológica» en agosto y septiembre y «sin previsión» de mejora en octubre.

Tenemos que resolver las diferencias institucionales por la gente y las empresas que confían en nosotros, para darles la ayuda que se necesita urgentemente», ha enfatizado Hahn, para después recordar que Bruselas «está preparada» para actuar como institución «facilitadora» presentando posibles escenarios de compromiso.

Pero esta actitud a favor de dejar de un lado las diferencias del Ejecutivo comunitario contrasta con las declaraciones al término de la última ronda de negociaciones por parte de las dos instituciones, que demuestran que ambas siguen todavía muy alejadas.

Un portavoz del Gobierno alemán, que lidera las negociaciones en nombre de los Estados miembro como presidencia de turno de la UE, ha lamentado que el Parlamento Europeo «pierda la oportunidad» de hacer avanzar las negociaciones por rechazar la última propuesta de su lado.

CRUCE DE MISIVAS

Se remite, en concreto, a la carta que el embajador alemán ante la UE, Michael Clauss, envió al equipo negociador del Parlamento. En ella, la presidencia alemana abría puerta a un incremento del presupuesto para todo el periodo 2021-2027 de una cifra entre 1.000 millones y 9.999 millones (las negociaciones parten de un presupuesto de 1,074 billones).

Pero este montante es insuficiente para los eurodiputados. «Las conversaciones quedan suspendidas. Sin una propuesta creíble del Consejo de la UE es imposible avanzar», ha escrito en la red social Twitter la eurodiputada socialdemócrata Margarida Marques, del equipo negociador del Parlamento.

Más claro lo ha dejado el negociador jefe de la Eurocámara, el belga Johan Van Overtveldt, en su carta de respuesta al embajador alemán. «Al contrario de lo que sugiere, fortalecer los programas bandera sin tocar los topes del presupuesto o sin dejar fuera de ellos los costes del plan de recuperación no es ni viable ni aceptable para el Parlamento», advierte.

Los eurodiputados rechazan la cifra alemana porque entienden que no aumenta la dotación global del presupuesto comunitario, si no que se alimenta de recortes en algunas partidas o de reducciones en los márgenes de flexibilidad.

La Eurocámara, en cambio, pide aumentar el presupuesto en 38.500 millones para fortalecer programas como Erasmus+, la Agenda Digital, el programa de investigación Horizonte o el Fondo de Transición Justa.

Otra arista de las negociaciones es que las dificultades para sacar adelante el Marco Financiero Plurianual (MFF) amenazan con bloquear la puesta en marcha del fondo europeo de recuperación económica de 750.000 millones.

Aunque se trata de negociaciones distintas, el Consejo de la UE no ha iniciado el proceso para que los parlamentos nacionales den permiso a la Comisión Europea a emitir la deuda con la que financiar el plan anticrisis. El asunto sigue bloqueado puesto que algunas capitales, en especial Países Bajos, no quiere liberar el procedimiento hasta que se logre un acuerdo sobre el presupuesto.

Además, Hungría y Polonia siguen poniendo problemas al reglamento que vinculará el desembolso de las ayudas europeas al cumplimiento del Estado de derecho, un escollo adicional que las capitales y los eurodiputados deben resolver en las próximas semanas.


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