Openbank, el banco 100% digital del Banco Santander, sigue creciendo y lo hace en número de clientes, en vinculación e incluso en depósitos, pero dadas las circunstancias no ocurre lo mismo con los créditos, según reflejan las cuentas de la entidad.
A cierre del primer semestre de 2020, los nuevos clientes fueron un 95% superiores a los del mismo periodo de 2019, hasta alcanzar los 1,4 millones. Y además, están más vinculados, con una media de 4,6 productos por cliente (cuando a cierre de 2019, la media era de 4,4).
También han crecido este ejercicio en depósitos, de marzo a marzo un 9% y de junio a junio, un 10%. En concreto, a 30 de junio tenían un total de recursos de clientes de 11.300 millones y solo los depósitos eran 10.000 millones. Pero según los datos que facilita el banco, el crecimiento ha sido más bajo en créditos. Hasta marzo, el crecimiento interanual era del 84% pero a cierre junio, la cifra bajó al 57%. Es decir, el efecto pandemia paralizó la demanda de crédito.
OBJETIVO: REFORZAR EL CONSUMO
Para solventar la situación, el banco digital del Santander ha puesto en marcha una importante campaña con la que pretende conceder más créditos al consumo y empezar a mover el dinero. Más que nada, para evitar la tasa que cobra el Banco Central Europeo a los bancos (0,5%) por tenerlo en cuenta.
Así, en las últimas semanas, los clientes se han encontrado con notificaciones vía app o correo electrónico, donde se les informa de créditos preconcedidos, ventajas por aplazar compras, e incluso tarjetas de crédito preaprobadas, sin que el cliente hubiera pedido información antes.
En cualquier caso, no es obligatorio aceptarlo y todas las opciones de financiación están sujetan a la aprobación final del banco, pero es una manera de despertar el interés del cliente hacia productos que no usa.
“Lo normal es que sea el cliente quien esté interesado y después el banco haga una serie de preguntas para ver si puede acceder a ellos” explican fuentes cercanas a la entidad a MERCA2. Sin embargo, ahora, es el propio banco quien da el primer paso y ha empezado a enviar notificaciones con productos preaprobados, comenta.
EL PELIGRO DEL PAGO APLAZADO
Desde hace unos días la entidad informa a sus clientes de que pueden aplazar el pago de las compras iguales o superiores a 60 euros, en plazos de entre 2 y 36 meses. Es entonces cuando destacan que se puede hacer a través de cualquier tarjeta de crédito VISA de Openbank y adelantan al cliente que ya tiene preconcedida una de ellas, la tarjeta Open Credit, Premium Credit o Diamond Credit.
Pero también, que al aceptar una de estas tarjetas, podrán aplazar cualquier pago superior a 60 euros asociados a la cuenta corriente, como transferencias, recibos o cargos en la tarjeta de débito. La gracia está, como siempre, en la letra pequeña.
La tarjeta Open Credit roza el 20% TAE de interés para quienes opten por el pago aplazado. En el caso de la tarjeta Premium o Diamond es del 12% TAE. Esto no ocurre si se elige el pago total o pago único, que no conlleva intereses ni comisiones, y se liquida mensualmente en la cuenta. El Tribunal Supremo ya se pronunció sobre el peligro del pago aplazado y puso límites a las tarjetas revolving, señalando que se consideraría usura los contratos de estas tarjetas con intereses superiores al 20%, por ello, todas las entidades ajustaron el tipo de interés.
REPUNTE EN LOS DEPÓSITOS
El ahorro de los hogares ha subido bastante a raíz de la crisis del covid-19, sobre todo en España donde Openbank cuenta con la gran mayoría de clientes. El repunte en depósitos se produce a pesar de que la entidad rebajó las condiciones de la Cuenta Ahorro a principio de año debido al entorno de bajos tipos de interés.
Pese a ello, sigue ofreciendo una de las mejores del mercado, solo por detrás de la de Bankinter. Y lo hace remunerando los primeros 5.000 euros al 5% durante los primeros seis meses, después se reduce al 0,20%, lo que equivale a una TAE del 2,66% el primer año.
Pero su fuerte está en el área de inversión. El banco cuenta con un servicio de roboadvisor (donde se puede invertir desde 500 euros y cuentan con el asesoramiento de BlackRock) además de una plataforma abierta de servicios de brokerage. Y precisamente las cuentas de brokerage se multiplicaron por tres en la primera mitad del año y el número de operaciones de valores creció un 108%.
La entidad, que tiene más apego con los millennials (por ser una generación digital e hiperconectada) también sufre que precisamente esta generación sea la que menos interés tiene en endeudarse y tener una hipoteca, sobre todo cuando las condiciones económicas empeoran. De ahí, su interés en reanimar el crédito al consumo y su ofensiva comercial.