Frank Cuesta no está logrando encauzar su carrera televisiva. El herpetólogo se convirtió hace una década en el ‘niño mimado’ de Cuatro gracias al desenfadado ‘Frank de la Jungla’, que cerró su primera temporada con 1,7 millones de espectadores y un sobresaliente 8,6% de share.
Cierto es que este leonés aventurero disfrutó durante unos años de las mieles de la fama: José Mota lo imitaba, Mediaset creía en él y su reputación digital era muy positiva por el amor que decía demostrar hacia la naturaleza y animales.
Mediaset, harta de algunas impertinencias y filtraciones, decidió en 2014 dejarlo ir a DMax. El canal temático de Discovery le prometía explorar otros territorios y mayor libertad. Y en 2015 el pacto dio sus frutos: Cuesta buscaba al Tigre de Bengala en la tercera tanda de ‘Wild Frank’, que marcó casi 650.000 espectadores y un 3,7% de share (dato sobresaliente para un canal que rondaba el 2% de share).
FRANK CUESTA, DE ESTRELLA A ESTRELLADO
Frank Cuesta ha perdido gran crédito personal en los últimos años. Y es que le están pasando factura sus constantes salidas de tono en redes sociales, su contraproducente obsesión para llamar la atención, sus bochornosos vídeos pseudohumorísticos y sus contradicciones personales (ya que su ideología conservadora parece haberle llevado a defender la caza, compadrear con la tauromaquia y linchar a los animalistas).
Todos estos asuntos han podido afectar a ‘Wild Frank’, que ha pasado de ser el producto estrella de DMax a convertirse en un programa que baja la media del canal temático. Y para muestra, un botón: la decimosexta temporada del programa, emitida en diciembre de 2019, marcó mínimo histórico en espectadores y share: 204.000 espectadores y un 1,2% de share. ¿Por qué Cuesta ha perdido casi el 70% de sus seguidores en poco más de un lustro?
COLECCIÓN DE POLÉMICAS
DMax ha decidido reconsiderar su apuesta por Cuesta y ralentizar el estreno de los programas del aventurero. ‘Wild Frank’, que cuenta con varias entregas en la nevera de Discovery, se despidió de forma temporal de los espectadores en marzo con un homenaje a Félix Rodríguez de la Fuente que solo fue seguido por 300.000 espectadores y un 1,3% de share (tres décimas por debajo de la media del canal en ese mes).
Cuesta, quizás harto del creciente desinterés de Discovery por su mercancía televisiva, anunciaba hace unos días que dejaba la televisión: «Hemos grabado muchas cosas que todavía no se han enseñado, el tema de la pandemia nos ha afectado también y aunque hemos grabado cosas… yo a nivel personal no me veo haciendo más temporadas».
«Esa etapa televisiva ya está hecha. Yo creo que hemos hecho cosas brutales que serán irrepetibles. Pero lo que hemos hecho es alucinante. Hemos hecho cosas que jamás se van a volver a grabar de esta manera. El que tiene valor es el cámara, no yo. Va a ser muy difícil que eso se repita jamás», añade.
Otro de los motivos de su adiós, asegura, es la inminente salida de la cárcel de la madre de sus hijos: «Ya voy despacito haciendo las cosas… aunque todavía tengo fuerza para hacer cosas, pero Yuyee va a salir pronto de la cárcel y quiero hacer viajes yo solo y grabarlas yo solo».
«SABER PARAR»
Frank Cuesta se ratificó en su postura en una entrevista en Telemadrid: «Hay que saber parar. No me veo haciendo más temporadas. Creo que hemos hecho cosas brutales que ya no vamos a hacer en la televisión. Hay que dar paso a gente nueva y más joven».
El presentador de DMax también dejó claro que no sabe cuándo saldrá su mujer: «No se puede decir cuándo porque no está aún decidido, pero antes de seis meses está en casa. Cuando salga voy a tener que cuidar de ella y voy a necesitar tiempo. Esa es otra de las razones por las que me retiro».
Algunos medios relacionan la salida de la cárcel de su mujer con su decisión de dejar de denunciar a los numerosos mercados irregulares de animales en Tailandia. Pero quizás este sea otra sombra que planea sobre el discurso de Cuesta.
FRANK CUESTA: TOCADO Y HUNDIDO
El Confidencial remató la alicaída reputación de Frank Cuesta. El citado medio insinuaba en un reportaje amplificado por Cuatro que el herpetólogo no está siendo perseguido en Tailandia y que muchos de los vídeos emitidos en su programa son un burdo montaje.
Cuesta se defendió en El Mundo: «No hay ningún montaje. Lo que has visto es lo que hay y lo volverás a ver. ¿Sabes por qué? Porque yo vivo las cosas, no las hablo. Y voy a seguir igual. Lo que pasa es que cuando tú dices lo que piensas y no le debes nada a nadie a nivel político ni de subvenciones ni de fundaciones, te tienen que atacar. Y a mí me da igual, porque no me va a costar mi dinero ni mi posición. Esa es mi libertad».