El desarrollo de las nuevas tecnologías ha dado lugar a una gran flexibilidad en muchos trabajos, permitiendo así el desarrollo de un perfil específico de autónomo que es el freelance. El número de profesionales que escogen trabajar en esta modalidad ha crecido un 40% en los últimos ocho años, y de cara al futuro se espera que esta cifra crezca todavía más.
Aunque trabajar por cuenta propia nunca es fácil, hacerlo en modo freelance simplifica un poco las cosas, puesto que el autónomo necesita menos recursos económicos y materiales para poder llevar a cabo su actividad. Esto facilita que muchas personas que no se habían animado a emprender por fin se decidan a dar este paso.
1¿Qué es un autónomo freelance?
Freelance es un término anglosajón que cada vez usamos más en el habla hispana. Hace referencia a un tipo de profesional que trabaja por cuenta propia prestando servicios tanto a particulares (servicios B2C) como a empresas (servicios B2B). Es decir, lo que aquí siempre hemos denominado como autónomo.
Sin embargo, dentro de la acepción que hemos aceptado de freelance le hemos añadido una característica propia para diferenciarlo de los autónomos. Por eso, entendemos que es freelance aquel autónomo que presta servicios B2B o B2C pero lo hace en sectores que están estrechamente relacionados con el mundo digital.