Veintiséis tortugas boba (Caretta caretta) han nacido este fin de semana en el nido custodiado en la playa de La Punta muy cercana al Parador de El Saler (Valencia). Los huevos han estado enterrados en una zona protegida junto Parador, donde 70 voluntarios los han vigilado 24 horas durante 16 días en el llamado “Campamento Tortuga”, asistido por Paradores.
La gran parte de estas tortugas han sido devueltas al mar en la Playa Cullera (Valencia), donde su madre desovó 85 huevos a finales de julio y donde se espera que su instinto le haga volver a recibir a sus crías.
A partir de ese momento, una parte de ellas (sobre un 20%) permanecerán un año en cautividad en el Oceanogràfic para que crezcan y se puedan marcar con un dispositivo satélite por la Universitat Politècnica de València para su seguimiento y estudio una vez sean devueltas al mar.
El amplio esfuerzo que se está dedicando a esta iniciativa, puesta en marcha por la ONG Xaloc y el propio Parador de El Saler, se debe a que esta especie marina se encuentra amenazada. La población mundial de tortuga boba se cataloga como especie “vulnerable” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El desove de tortugas bobas en las costas españolas es un fenómeno muy poco frecuente. En los últimos dos siglos no hubo ni un solo registro, hasta que se localizó un primer nido en Andalucía en 2001. Este es el sexto nido del que se tiene constancia desde 2007 de tortuga boba en la Comunitat Valenciana. Este año ha habido 10 nidos en todo el mediterráneo español.
Los expertos consideran que las tortugas pueden estar empezando a desovar en las costas mediterráneas españolas empujadas por el aumento de la temperatura del agua en Grecia o Turquía, países donde ese fenómeno es frecuente.
Esta es una propuesta de conservación liderada por la Generalitat Valenciana que, además, responde a la realidad de que un nido sin vigilancia en una playa turística en época estival tiene pocas posibilidades de sobrevivir. Por ello, en el momento en el que se localizó el lugar en el que una tortuga había depositado sus huevos se trasladaron por parte de técnicos de la Universitat de València.
El nido se instaló en una zona de playa protegida en un área de la reserva integral del Parque Natural de l’Albufera, cerrada al uso público y situada junto al Parador de El Saler, para aumentar las posibilidades de supervivencia de los huevos. En el nido se encontraron ochenta y cinco huevos; diecisiete de ellos se llevaron a las instalaciones del ARCA del Mar de la Fundación Oceanogràfic para su gestación en incubadora, donde nacieron diez tortugas. El resto, 65 huevos, se trasladaron a la playa de El Saler.
Paradores, una empresa comprometida con su entorno
La ubicación del Parador de El Saler, en el corazón del Parque Natural de l´Albufera -una de las zonas más húmedas de Europa– lo convierte en un Parador fuertemente comprometido con la sostenibilidad y el respeto de su entorno. Desde hace años colabora con el “Campamento Tortuga” facilitando la manutención, el acceso a duchas y baños para el aseo diario, así como servicio de seguridad y primeros auxilios, aparcamiento y conexión wifi para todos los voluntarios.
En este sentido, lleva a cabo diferentes iniciativas para utilizar energías limpias y renovables en sus instalaciones. El Parador de El Saler trabaja en plena integración con su entorno colaborando de forma activa con organizaciones locales y apuesta por los productos de cercanía en su oferta gastronómica.
El compromiso del Parador con la sostenibilidad forma parte de los objetivos del Plan Director de Responsabilidad Social Corporativa que la red de Paradores está llevando a cabo como parte fundamental de su estrategia empresarial. Con estas acciones la hotelera pública refuerza su compromiso con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, contribuyendo en este caso a la consecución del ODS 14 de la mejora de la biodiversidad marina.