El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, ha asistido este sábado a la vendimia en la bodega Torremilanos, en Aranda de Duero (Burgos). Con un 43 por ciento de la vendimia realizada en Castilla y León, unos 123,5 millones de kilos de uva, las previsiones de vendimia son bastante buenas, tanto en cantidad como en calidad.
La previsión de cosecha se cifra en unos 285 millones de kilos, lo que supondría un 12 por ciento más que el año pasado –cuando se recogieron 253 millones de kilos– y un 13 por ciento más que la media de los últimos cinco años. Se trataría, por tanto, de una muy buena cosecha en términos de producción, aunque sin alcanzarse la cifra récord del año 2018 (306 millones de kilos).
Como ha informado el consejero, «en general, las expectativas son buenas en cantidad y calidad. El ciclo se ha desarrollado sin grandes problemas, con un ligero adelanto. La primavera fue lluviosa y con temperaturas suaves, lo que permitió una buena brotación y que no se registrasen daños por heladas tardías. El verano también ha transcurrido sin incidencias, con temperaturas cálidas y algunas tormentas que no han producido daños reseñables. Y el estado de la uva es muy bueno en general».
DESARROLLO DE LA VENDIMIA
La vendimia en este año en las trece denominaciones de origen vínicas de Castilla y León se inició en la zona de Cebreros el 1 de agosto con la variedad Albillo Real. Esta variedad es bastante temprana, lo que hace que la DOP Cebreros sea siempre la que marque el comienzo de la vendimia.
En este año 2020 el desarrollo del ciclo de la vid se ha producido con un adelanto de unos quince días al principio, que después se ha ido reduciendo a entre cinco y diez días. Esto se ha notado en el comienzo de la vendimia, ya que algunas DOP empezaron la recogida en la última semana de agosto, como es el caso de Rueda, Bierzo, Sierra de Salamanca, Toro y Arribes.
Tanto en la última semana de agosto como en las tres primeras de septiembre, la vendimia ha transcurrido de forma muy tranquila, acompañada de unas condiciones meteorológicas muy benignas. Sin embargo, a partir del 18 y 19 de septiembre ha empezado a llover, complicando las tareas de recolección, aunque no se han interrumpido.
Todas las DOP de Castilla y León, excepto Arlanza y Valtiendas, han comunicado el inicio de la vendimia: Bierzo, Cebreros y Sierra de Salamanca están en la recta final (Bierzo no va a llegar a la previsión inicial de 14 millones de kilos, se puede quedar en unos 11 millones).
Rueda lleva recogido cerca del 80 por ciento de la cosecha esperada. León, Toro y Valles de Benavente están en torno al 40 por ciento y el resto de DOP (Arribes, Cigales, Ribera del Duero, Tierra del Vino de Zamora) se encuentran aún en el primer tercio de la vendimia.
RIBERA DEL DUERO
En el caso concreto de Ribera del Duero, las bodegas inscritas en esta DOP están prácticamente empezando a vendimiar. Aunque el inicio se comunicó el 28 de agosto, se trata de pequeñas entradas en bodega. En la práctica, la vendimia no ha comenzado hasta esta cuarta semana de septiembre.
La previsión es de 115 millones de kilos. Si se cumple, la cosecha de 2020 sería casi un 20 por ciento superior a la producción de 2019 (donde se recolectaron 96,5 millones de kilos) y un 15 por ciento más que la media de los últimos cinco años (99,6 millones de kilos). También se ha producido un incremento de superficie inscrita en torno a 200 hectáreas.
REALIZACIÓN DE PCR EN EL LABORATORIO DE SANIDAD ANIMAL DE LEÓN
Los Consejos Reguladores están colaborando con la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural en la toma de muestras a aquellos temporeros que se desplacen fuera de su comarca habitual de residencia para desarrollar la recolección, y a partir de ahí es la Administración autonómica la encargada de transportar dichas muestras al Laboratorio Regional de Sanidad Animal situado en Villaquilambre (León) y de analizarlas mediante la técnica de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR).
Tal y como ha recordado Carnero, «se trata de una muestra más de la colaboración entre la sanidad animal y la sanidad humana». Una colaboración que se viene produciendo, desde el 20 de abril, en el que ambas consejerías, la de Sanidad y la de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, trabajan conjuntamente para analizar las muestras de pacientes (PCR) para la detección del virus SARS-CoV-2.
EL SECTOR DEL VINO EN CASTILLA Y LEÓN
Desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural se considera al sector del vino un pilar básico, económica y socialmente, por su pujanza en los mercados, por su dinamismo y por su importante proyección de futuro. Factura más de 1.000 millones de euros anualmente y exporta por valor de 215. Emplea a 19.000 personas (casi 15.500 viticultores y 650 bodegas con 3.300 puestos directos).
Castilla y León es la tercera comunidad autónoma en superficie vitícola de España (por detrás de Castilla-La Mancha y Extremadura), y la segunda que más vinos de calidad vende, con un 26 por ciento de cuota de mercado: uno de cada cuatro vinos de calidad en España son de Castilla y León.
BODEGA TORREMILANOS, IMPORTANCIA DE LA AGRICULTURA BIODINÁMICA
La tradición vinícola de Torremilanos se remonta a 1903, aunque es en 1975 cuando la familia Peñalba López adquiere la finca que da nombre a sus vinos y está situada en Aranda de Duero, pleno corazón de la Ribera del Duero. Unas instalaciones modernas que cuentan con hotel, restaurante y bodega.
Actualmente, poseen 200 hectáreas de viñedos siguiendo una filosofía de respeto por el medio ambiente que permite certificar todos los vinos de la Bodega Torremilanos como ecológicos. Se consideran ‘artesanos de la tierra’ practicando agricultura 100 por ciento ecológica y biodinámica. Mediante la aportación de un compost de estiércol animal, proporcionan a los suelos una dosis extra de materia orgánica que se transforma en sales para las plantas.
Pero un elemento diferenciador reside en los preparados biodinámicos que emplean. Se trata de mezclas de sustancias minerales, vegetales y animales que, expuestas a las fuerzas naturales durante un tiempo, mejoran el rendimiento de la viña. Por ejemplo, a través de preparados de boñiga macerado en cuernos bajo el suelo, incrementan la actividad de los organismos en los suelos, y a través de una preparación de sílice en cuernos, estimulan la actividad de las hojas de la planta.
Además, emplean plantas medicinales mediante infusiones y maceraciones con el fin de regular la presencia de hongos y estimular las defensas de las cepas.