Como para todas las bodegas, la vendimia es la época más intensa y delicada también para la Denominación de Origen Rueda, que ha pasado de unas ventas récord en 2019, a mantener un moderado crecimiento a 31 de marzo del 6%, hasta acabar en un verano que ha cerrado agosto con un descenso en las ventas del 10%. Por eso, los bodegueros echan mano de creatividad para conservar una de las más potentes herramientas de venta: “los embajadores vitalicios de nuestros vinos”, especifica a MERCA2 el director general del Consejo Regulador de la DO Rueda, Santiago Mora.
Las bodegas captan a estos “prescriptores para toda la vida” gracias a la experiencia única que ofrecen las diferentes acciones de enoturismo, a las que los productores de vino Rueda no renuncian, pese al desierto que está atravesando el sector turístico. “Tenemos que echar mano de creatividad para proponer al turista una oferta más ambiciosa, con protocolos más exigentes, grupos más pequeños y visitas individualizadas”, manifiesta Mora, con el objetivo de “mantener la actividad enoturística” y conseguir trasladar “las bondades del producto” a través de “una experiencia inolvidable” que permite cautivar a los visitantes y convertirlos en los mejores prescriptores.
Adaptar la oferta en plena vendimia y en tiempos de pandemia representa un doble reto que “implica menos visitantes, y más esfuerzos y costes” para las bodegas que mantienen sus puertas abiertas a los turistas. Pero a la vez, el desafío que afrontan estos bodegueros de Castilla y León, les permite pulsar su capacidad de convertir al visitante en el mejor emisario de la marca.
VENDIMIA NOCTURNA Y CENAS EN EL VIÑEDO
Cada bodega de la DO Rueda, sigue un patrón diferente. Algunas cierran con motivo de la vendimia, otras se han mantenido abiertas pero se han adaptado con “protocolos más exigentes”, comenta Mora. “Garantizar al máximo la seguridad o minimizar riesgos, como se prefiera”, apunta el representante del Consejo Regulado para hablar de la adaptación concreta de la oferta actual dirigida a los amantes del vino.
Al final, disminuir el flujo de visitantes contribuye a conseguir un ambiente aún más exclusivo para una experiencia que, por si misma, es incomparable. La propuesta enológica en la tierra del verdejo que se reparte en Valladolid, Segovia y Ávila, tiene su mayor atractivo en la vendimia nocturna, aprovechar la oscuridad y las bajas temperaturas de la noche para evitar la oxidación de la uva blanca, una de las variedades más expuestas y que se oxida con mayor rapidez que otras.
En un ambiente festivo de vendimia, y junto a la oportunidad de vivir de cerca todo el proceso de elaboración del vino, las cenas al aire libre en mitad de un viñedo suponen otro de los ganchos más seductores para atrapar a los enoturistas.
MÁS VALOR AÑADIDO FRENTE A MENOS OFERTA
Al final no queda más remedio que “convertir la amenaza en oportunidad” y hacerlo “aportando más valor añadido”. La inercia de unas ventas históricas en 2019, contribuyó a mantener un discreto crecimiento del 6% a cierre de 31 de marzo, ya en plena pandemia, pero no pudo contener la caída del 10% de las ventas, a 31 de agosto. “Si bien no ha sido una bajada exagerada” de las ventas, el impacto en la DO ha sido fuerte, dada a exposición al canal Horeca -siete de cada diez botellas se distribuyen en la hostelería-.
Los datos pormenorizados del balance de los últimos meses destacan una tímida compensación del desplome del negocio de la hostelería con las ventas en supermercados y a través de internet. Además, el peso del canal Horeca es desigual en función de las bodegas.
EXPERIENCIAS ENOTURÍSTICAS EN VENDIMIA
La bodega Campo Eliseo (La Seca) cuenta con galerías subterráneas del siglo XVII y ofrece al público la idílica visita de su casa solariega de la época. El recorrido desciende a 12 metros bajo el suelo para recorrer los pasadizos de una bodega subterránea e incluye una cata sensorial de vinos en su magnífica terraza o en sus salones señoriales.
Javier Sanz Viticultor (La Seca) es una bodega familiar, en la que, se puede descubrir el cuidado de la vid y la recuperación de variedades extintas mientras se viaja en el tiempo para descubrir los viñedos más antiguos de la DO Rueda. En ella, se descubre el proceso de elaboración del vino hace 100 años, en el lagar, con los aperos y maquinaria de comienzos del siglo XX.
José Pariente (La Seca), también es una bodega familiar que, en su caso apuesta por la innovación y la vanguardia en un escenario de viticultura ecológica. Ofrece su actividad “Es tiempo de Vendimia en José Pariente”, de lunes a sábado, donde se visita la bodega y se catan tres o cinco vinos y queso de la zona en la terraza con fantásticas vistas al viñedo (siempre que el tiempo lo permita).
Bodegas Montepedroso (Rueda), de martes a sábado, ofrece visitas guiadas para conocer, desde dentro, el mundo del vino: la bodega, el viñedo, su elaboración y la historia. También ofrece la posibilidad de hacer dos catas distintas para conocer las peculiaridades de la variedad verdejo, acompañadas de productos de la zona.
Bodega Grupo Valdecuevas (Rueda) propone recorridos de la forma más natural, empezando por conocer el viñedo donde se realizan catas de uvas. A continuación, los visitantes conocen el proceso de la vendimia realizándolo ellos mismos de primera mano. La visita termina con una cata con vistas a los viñedos.
Bodegas Grupo Yllera (Rueda) ofrece su famosa visita “El Hilo de Ariadna”, en la que los visitantes disfrutarán recorriendo los múltiples pasadizos subterráneos que unen las antiguas bodegas del pueblo de Rueda a la vez que descubren el origen mitológico del vino. También tendrán oportunidad de catar varios vinos, acercarse al viñedo y conocer más sobre la viticultura en el jardín de variedades situado junto a la bodega de elaboración.
Bodegas Ramón Bilbao (Rueda) propone viajar por el mundo de los recuerdos. A partir del sábado 19 de septiembre y hasta final de la vendimia, ofrece su actividad “Tardes en Vendimia”. Una visita especial a sus viñedos en la finca “Las Amedias” dónde ofrece la oportunidad de degustar uvas, mostos en rama y vinos en elaboración. Además de hacer un tour por las salas de vinificación donde catar otros vinos de la añada. Al finalizar la visita, se degustan los vinos blancos de Bodegas Ramón Bilbao Rueda y un aperitivo.
Emina (Medina del Campo), del Grupo Matarromera, brinda la experiencia “Espíritu Medina del Campo” para todos los públicos, una visita didáctica y amena, que arranca en el viñedo y muestra la apuesta por la innovación que asegura la alta calidad de los vinos. Tras conocer la bodega se realiza una cata dirigida de tres vinos.
Bodega La Soterraña (Olmedo) propone durante las semanas de vendimia visitas para descubrir el camino que realiza la uva desde el viñedo hasta la mesa. El recorrido comienza en el campo y continúa por las instalaciones de esta bodega situada en la bella e histórica villa de Olmedo. Para finalizar, los visitantes realizan una cata de varios vinos blancos acompañados por un aperitivo.
Por último, en Bodegas Muelas (Tordesillas) la visita gira en torno a la variedad verdejo. De su mano se descubre la esencia de la viticultura tradicional contado con pasión y cercanía. De la mano de su enóloga, se visita la bodega subterránea situada en el casco histórico de la villa en la que siguen elaborando los vinos de manera tradicional, tal y cómo su tatarabuelo realizaba a finales del S. XVIII.
Las visitas se realizan con cita previa y el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rueda y la Ruta del Vino de Rueda ofrecen toda la información de esta vendimia.