La jubilación es un tema que preocupa tanto a autónomos como a asalariados, pero quizá un poco más a los primeros, porque cuando alguien trabaja por cuenta propia ya sabe que es bastante probable que su pensión sea baja. Esto explica la razón por la que muchos autónomos siguen trabajando incluso después de llegar a la edad legal de jubilación.
Sin embargo, este fenómeno tan común entre los trabajadores por cuenta propia podría extenderse también a los asalariados, ya que el Gobierno está estudiando medidas para bonificar el retraso de la jubilación. Y esto nos lleva a preguntarnos cómo afectará este posible cambio a los autónomos y a su retirada de la vida laboral.
1La jubilación no es obligatoria
Lo primero que debemos tener claro es que la jubilación en nuestro país no es obligatoria salvo para los funcionarios. Existe una edad legal de jubilación que marca el momento a partir del cual podemos dejar de trabajar y tener derecho a cobrar el 100% de la prestación pública que nos corresponda. Aunque sabemos que si cumplimos ciertas condiciones también nos podemos retirar antes, si bien esto va a suponer una reducción en lo que vamos a cobrar mes a mes.
Frente a quienes deciden retirarse antes o quienes lo hacen en el momento de llegar a la edad de jubilación ordinaria, están quienes no quieren dejar el mundo laboral, ya sea porque la pensión que van a tener es muy baja o porque se sienten bien y quieren seguir en activo. Aquí el autónomo cuenta con ventaja con respecto al asalariado, puesto que nadie le va a presionar para que deje de trabajar, mientras que en una empresa es normal que se quiera renovar la plantilla con gente más joven.