Conciliar es la capacidad para combinar las diferentes facetas de nuestra vida dividiendo el tiempo equitativamente entre ellas. Pero para los autónomos conciliar la vida laboral y profesional es extremadamente difícil. Con frecuencia quienes están al frente de un negocio están sometidos a mucha presión por sus compromisos profesionales y pasan trabajando más tiempo del que deberían.
Dedicar todo el tiempo a trabajar y poco o nada a nuestra vida privada es un grave error que nos puede acabar pasando factura a muchos niveles e incluso afectar a nuestra salud. De ahí la necesidad de buscar alternativas que nos permitan alcanzar el éxito profesional a la vez que tener una vida personal plena en la que podamos pasar tiempo con nuestra familia y disfrutar de nuestras aficiones.
No hay una fórmula mágica que consiga que tus obligaciones como autónomo desaparezcan por sí solas, pero sí hay algo que puedes hacer: delegar. Si tienes alguien en quien puedas confiar tareas más o menos importantes, descenderá el número de tareas a las que tienes que atender, lo que te dejará más tiempo libre.
Sin embargo, para el autónomo no es fácil delegar. Muchos ven su negocio casi como a un hijo y no se atreven a dejarlo en manos de otro. Sin embargo, si este es tu caso, quizá cambies de idea cuando descubras las ventajas que puede tener delegar en personas de tu confianza.
Al delegar tareas de tu negocio aumentas tu productividad
Seguro que en algún momento te has tenido que enfrentar a una gran carga de trabajo y has notado que no tienes tiempo para todo o que el trabajo no sale con la calidad que a ti te gustaría. Esto te puede generar una sensación de estrés y ansiedad que hará que al final rindas menos de lo que deberías.
Lo que quizá no has tenido en cuenta es que, si delegas, tu carga de trabajo estará mucho más equilibrada. Tú mismo decidirás de qué tareas vas a encargarte y cuáles vas a traspasar a otras personas. Con menos tareas pendientes te quitas el estrés de encima y trabajas mejor y más rápido, el resultado es que eres mucho más productivo.
Reduces tus niveles de estrés
El estrés y los autónomos son casi inseparables, y es que estar al frente de un negocio supone tener muchas preocupaciones. Sin embargo, tal y como acabamos de ver, si somos capaces de racionalizar nuestra carga de trabajo nos sentiremos mucho más tranquilos y descenderán los niveles de estrés y ansiedad.
Esto es bueno tanto para tu negocio como para ti. Si tienes mucho estrés eres menos productivo y además puedes empezar a sufrir consecuencias físicas y psicológicas. Un caso extremo de estrés puede dar lugar a episodios de insomnio, problemas de concentración e incluso agravamiento de patologías previas.
Al delegar tareas la carga de trabajo que hay que hacer disminuye y resulta más sencillo alcanzar las metas previstas. El resultado es que a nivel anímico te vas a sentir mucho mejor, liberado de las consecuencias negativas del estrés.
Te deja más tiempo libre
Sin duda una de las grandes ventajas que vas a notar si te animas a delegar tareas de tu negocio es que vas a tener más tiempo libre. Puedes conseguir que tus jornadas de trabajo dejen de ser maratonianas y pasen a tener una duración normal.
Al tener que dedicarle menos tiempo a trabajar puedes dedicarte más tiempo a ti mismo. Pasar tiempo con tu familia, practicar alguna de tus aficiones e incluso seguir formándote para seguir mejorando a nivel profesional y llegar todavía más lejos con tu negocio.
Desarrolla las capacidades de quienes te ayudan en tu negocio
Puede parecer que delegar tareas es solo bueno para el autónomo, pero lo cierto es que también tiene efectos beneficios sobre aquellas personas a las que se encomiendan los trabajos pendientes. El primer gran beneficio en este sentido es que el equipo de trabajo aumenta sus capacidades y va a estar mucho mejor preparado para asumir nuevos retos.
Un trabajador que va asumiendo cada vez más y más responsabilidades y tareas es un trabajador más preparado. Y así tú también tienes la seguridad de que si te ocurre algo y tienes que ausentarte un tiempo, por ejemplo por una baja médica, tu negocio estará en buenas manos.
De hecho, contar con alguien que conozca los entresijos básicos de tu actividad es muy recomendable.
Mejora la motivación de los empleados
La relación entre un autónomo y sus trabajadores no es nunca igual que en una gran empresa. En este caso la relación es mucho más estrecha e incluso personal, por lo que la motivación de quienes tienes a tu cargo debería ser uno de tus objetivos a conseguir.
Muchas veces pensamos que solo se puede motivar a un empleado con dinero, pero no es así, el salario emocional es también muy importante. Si en lugar de asumir tú solo todas las tareas de tu negocio las delegas entre quienes trabajan contigo, tu equipo sabrá que confías en ellos y los empleados estarán más motivados.
Y esto juega de nuevo a tu favor, porque unos empleados más motivados son a la vez unos empleados más productivos y con menos estrés. El resultado es que, entre todos, seréis capaces de hacer más en menos tiempo, mejorando así la calidad de vida de todos.
¿Cómo empezar a delegar tareas en tu negocio?
Lo primero que tienes que hacer es perder el miedo a delegar, y esto no siempre es fácil. Ha llegado el momento de que asumas que no puedes con otro y que hay otras personas a tu alrededor que podrían hacer algunas tareas de tu negocio igual de bien que tú o incluso mejor.
A continuación, analiza las tareas que estás asumiendo para ver cuáles puedes delegar. Puedes comenzar por todas las tareas de gestión (contabilidad, elaboración de facturas, llamadas a clientes, etc.) Son muy necesarias, pero te quitan tiempo de lo verdaderamente importante, así que mejor contrata a alguien que se encargue de ellas o externaliza estas actividades.
Por otro lado están las tareas que escapan de tus habilidades y capacidades. Si hay algo que no sabes o no puedes hacer, ni lo dudes, encomienda su realización a otra persona.
Ahora que ya sabes qué delegar, busca a las personas adecuadas para afrontar esas tareas y explícales bien lo que esperas de ellas. Y, una vez establecido el nuevo sistema de trabajo, no te olvides de reconocer los méritos de quienes colaboran contigo.