Si hay una constructora a la que el coronavirus ha afectado de una manera relativamente leve esa es Sacyr. En el primer semestre incrementó su Ebitda un 10,4% hasta los 348 millones de euros. El 77% de dicha cifra procedió de la actividad concesional de sus tres grandes áreas de negocios: concesiones, ingeniería e infraestructuras, y servicios.
Buenos datos que han hecho que los analistas mejoren sus datos respecto a la constructora comandada por Manuel Manrique. “Elevamos nuestras previsiones de Ebitda un 7% en el periodo 2020-2022 tras los buenos resultados del primer semestre”, señalan fuentes financieras.
Al igual que ACS y Ferrovial, Sacyr facturó más en infraestructuras durante el primer semestre. En concreto, un 4%. Un porcentaje que podría no repetirse en el segundo semestre. “En el segundo semestre de este año Sacyr afronta una comparación interanual muy exigente, ya que en el segundo semestre de 2019 los ingresos se incrementaron un 37%”, apuntan fuentes financieras. Además, “se ha producido un descenso de la cartera del 12% debido a la salida de varios negocios de industrial”, que ahora consolida en infraestructuras.
Por este motivo, la entidad financiera estima un descenso de ingresos en el año del 2% en infraestructuras. Eso sí, supone un 7% más que su anterior previsión. “Excluyendo la autopista Pedemontana-Veneta, que consideramos consolidará en concesiones a partir de 2022, los ingresos deberían de crecer un 7% TACC (Tasa de Crecimiento Anual Compuesto) en 2021-2022, principalmente debido a la ejecución de proyectos concesionales propios”, puntualizan.
LA DEUDA DE SACYR TOCA TECHO
Según las citadas fuentes, el ratio deuda neta/ebitda de Sacyr debería tocar techo en 2020: “No consideramos preocupante el que su deuda neta consolidada crezca en unos 650 millones de euros durante ese año hasta rozar los 5.000 millones”. El ratio implícito deuda neta/ebitda este año, cerca de 7x, debería marcar su máximo en 2020. “Esperamos que este se sitúe en menos de 5x en 2024. La deuda neta debería comenzar a caer a partir de 2022. Estimamos una deuda con recursos de 624 millones de euros a diciembre de 2021”, pronostican.
El hecho de que la deuda neta se siga incrementando en 2021 se deben a un capex (inversión en capital o inmovilizado fijo para adquirir, mantener o mejorar su activo no corriente) importante. “También esperamos que el crecimiento del Ebitda lo compense”, matizan.
Aparte de los propios negocios, las fuentes financieras indican que a Sacyr no le faltan catalizadores. Uno de ellos es la venta de activos concesionales maduros. Históricamente, le han supuesto un retorno del 15%. Otro, los fallos de los tribunales de arbitraje respecto al Canal de Panamá.
“Sacyr ha reclamado proporcionalmente unos 1.700 millones de euros, claramente más que la capitalización bursátil del valor”, apuntan fuentes financieras. En estos momentos, dicha capitalización es de 1.224 millones. “Por supuesto que no van a conseguir todas sus demandas, pero incluso una fracción de ellas impactarían nuestra valoración claramente”, concluyen. De ahí que consideren una contribución nula de las reclamaciones.