¿Quién no ha conseguido alguna vez hacer una tortilla francesa? Aparentemente, una de las recetas más sencillas y asequibles incluso para quienes se dan menos maña en los fogones. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de mejorar nuestra forma de cocinar este delicioso manjar lleno de proteínas (y sin implicar complejas elaboraciones o sabores y rellenos demasiados innovadores). El truco para conseguir la tortilla francesa perfecta, jugosa y con el grosor adecuado, es más sencillo de lo que parece. Te lo revelamos a continuación.
Te estarás preguntando si acaso la receta de tortilla francesa no consiste en batir huevos, añadir un poco de sal, un poco de aceite y fuego suave para cuajar los huevos. En realidad, sí, es así, pero hay diferentes puntos de esta sencilla receta que harán la diferencia entre una tortilla y la tortilla perfecta. Este es el secreto de los grandes chefs.
1EL TAMAÑO DE LA SARTÉN INFLUYE, Y MUCHO
¿Sabías que elegir incorrectamente el tamaño de la sartén que vamos a utilizar para hacer la tortilla francesa puede arruinar nuestra receta? Aunque suene increíble es cierto. ¿Por qué? Básicamente debido a que cuando la sartén es demasiado pequeña para la cantidad de huevos que utilizamos, el resultado es una tortilla con demasiado grosos que impide que se cuaje bien todo el huevo, a menos que las partes exteriores queden excesivamente secas.
Por el contrario, cuando la sartén supera el tamaño recomendable, la tortilla francesa se convierte en una torta de huevo, que, sí, podemos utilizar para hacer sushi a la española pero no es la tortilla francesa jugosa que buscamos. Como medida de referencia, la sartén de 22 cm es buena para una tortilla de dos huevos. Te desvelamos otros secretos importantes.