El universo amarillo de MásMóvil ha cambiado demasiado en poco tiempo. La agenda de su consejero delegado, Meinrad Spenger, debe ser un reguero de reuniones, toma de decisiones urgentes y líos diversos. Eso ha provocado que algunos proyectos, como la internacionalización de la compañía, ahora mismo estén en el cajón de las tareas pendientes.
De lo urgente a lo importante. El Grupo MásMóvil lleva dos años de infarto. Primero fue todo el chaparrón de compras. Pepephone, Yoigo, Llamaya… y con las integraciones correspondientes. Después fue turno para la bolsa. Había que migrar de cascarón. El Mercado Alternativo Bursátil (MAB) se quedaba pequeño, y había que saltar al Mercado Continuo.
En esa fase, además, había que desnudarse. Empezar a mostrar las cuentas con el riesgo que eso conlleva. Posteriormente ha tocado jugar con los “mayores”. La lupa siempre puesta encima, como hemos hecho desde Merca2. De este modo, el trabajo se ha ido acumulando, los proyectos, el despliegue de fibra… pero hay algo que ha quedado relegado por completo y la compañía no se pronuncia al respecto: la salida a otros mercados.
En concreto, MásMóvil se encontró con diversos proyectos de internacionalización de Pepephone. México y Colombia eran los lugares que tenía cerrado el operador de puntos rojos para expandir su negocio. Pero tras la absorción por parte de los amarillos eso ha caído en el olvido. Así, la última vez que la compañía habló claramente sobre la situación fue en 2016. Entonces dejaban claro que salir fuera de España no era una prioridad. Ahora parece que tampoco lo es para sus nuevos dueños.
¿Debería ir MásMóvil a Latinoamérica?
En las últimas semanas el CEO de MásMóvil ha ofrecido entrevistas en medios especializados y económicos. En ninguna de ellas se ha hecho eco sobre esta situación. Todo se centra en la parte corporativa, por un lado; y las cuestiones técnicas de despliegue de fibra, por otro. Así, Spenger deja constancia de las actuales preocupaciones del operador amarillo.
¿Pero debería intentar el salto a otros mercados? Diversos analistas consultados coinciden en lo mismo: vendría bien para ganar volumen de clientes, y eso es precisamente lo que necesita ahora mismo MásMóvil; pero hacer negocio en Latinoamérica es complejo. Aunque quizá pese más lo segundo.
En España MásMóvil todavía puede (y debe) rascar clientes. Eso no sería un problema. Quedan pocos que pescar, tanto en ‘solo móvil’ como convergentes, pero sí los suficientes para aumentar la base de clientes. Y, lo más importante, el ARPU de dichos usuarios, es decir, la rentabilidad por cliente, podría ser más alta en España con las tarifas paquetizadas. Sobre todo porque al otro lado del charco sería un operador virtual más. Algo que a Pepephone no le importaba, pero que MásMóvil debería evitar.
Por otro lado, los riesgos de hacer negocio en Latinoamérica surgen con el cambio de divisas. Si las grandes compañías tienen problemas con esta situación, más el añadido de los conflictos regulatorios y legales, para una empresa en pleno crecimiento parece poco aconsejable. Más, cuando en España se está jugando tanto en bolsa.
Además, hay otras preocupaciones
En la entrevista del diario ‘Expansión’, Meinrad Spenger ha puesto de manifiesto las verdaderas preocupaciones, y otras que tampoco le quitan el sueño, como lo de salir fuera de España. Entre éstas se encuentra el nicho de la televisión. Por ahora MásMóvil no está ofreciendo servicios de TV como hacen los grandes operadores, pero el CEO de la compañía insiste en que se trata de algo no prioritario.
Sin embargo, lo que de verdad preocupa ahora a MásMóvil es el segundo dividendo digital. En concreto, la próxima subasta de espectro radioeléctrico, donde cada operador pujará por las bandas de frecuencia que mejor sirven para el futuro despliegue del 5G. Y aquí, por desfortuna para los amarillos, parten en una mala posición de salida.
Deberán esperar a saber cómo se lleva a cabo la subasta, si el Ministerio de Agenda Digital hace algún guiño para que tengan más fácil el acceso… porque sabe que no pueden utilizar los mismo recursos económicos que las grandes compañías; y, a su vez, que no pueden quedarse sin ninguna pieza del pastel para mejorar su red móvil. Así, parece que la cabeza de MásMóvil está muy lejos de Latinoamérica, y sí muy cerca de la banda de 700 Mhz.