miércoles, 11 diciembre 2024

Las residencias de mayores facturaron un 3,3% más en 2019

La facturación agregada de las empresas gestoras de residencias para la tercera edad alcanzó los 4.650 millones de euros en 2019, lo que supone un crecimiento del 3,3% respecto a la registrada un año atrás, gracias al «positivo comportamiento de la demanda y a la suave tendencia al alza de las tarifas».

Así se desprende del último observatorio sectorial de DBK Informa, compañía filial de Cesce, que refleja que los ingresos derivados de la gestión de plazas privadas puras concentraron el 59% del negocio de las empresas gestoras de residencias, con una cifra de 2.755 millones de euros.

A continuación, se situó la gestión de plazas concertadas, con alrededor del 30% del total, mientras que la gestión privada de plazas públicas reunió en torno al 10%.

La oferta total de residencias para la tercera edad estaba formada en 2019 por 5.623 centros públicos y privados, los cuales reunían un total 383.517 plazas, cifra que aumentó un 0,8% respecto a 2018.

La dotación total privada superó las 287.000 plazas, aumentando un 0,7% respecto a 2018. Las plazas concertadas, por su parte, registraron el mayor incremento (1,4%), mientras que las plazas privadas puras aumentaron un 0,4%.

La estructura empresarial sigue caracterizándose por una gran atomización, con la presencia mayoritaria de entidades de pequeña dimensión dedicadas a la gestión de un único centro, las cuales coexisten con un número reducido de operadores de cierto tamaño que gestionan un amplio número de residencias.

En los últimos años se han producido diversas operaciones de compra entre los grupos de mayor tamaño, reflejándose en un aumento del grado de concentración. Así, los cinco primeros operadores reunieron en 2019 el 24,8% del valor total del mercado, participación que se situó en el 34,6% al considerar a los diez primeros.

IMPACTO DEL COVID

Respecto a las previsiones para este año, el estudio señala que la actividad sectorial se está viendo «notablemente alterada» por las consecuencias de la pandemia de la Covid-19, que ha producido un alto número de bajas en los centros y un descenso de nuevos ingresos, ante los protocolos de seguridad implantados y la reticencia de los potenciales usuarios.

«Esta situación está viéndose agravada por el deterioro de la coyuntura económica, esperándose una sensible caída de los ingresos del sector al cierre del año», concluye el estudio.


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