viernes, 13 diciembre 2024

La financiación captada en los mercados de renta fija no alcanza nivel precovid

El Banco de España ha constatado que las empresas españolas han vuelto a recurrir a los mercados de renta fija tras el endurecimiento inicial de las condiciones de acceso cuando estalló la pandemia, pero todavía lo hacen en menor medida que en el pasado, especialmente en el caso de aquellas que operan en los sectores más afectados por la crisis del covid-19.

Así lo indica en el recuadro ‘El mercado español de deuda corporativa durante la crisis del Covid-19’, que formará parte del informe trimestral de la economía española del tercer trimestre de 2020.

El endurecimiento inicial de las condiciones de acceso a los mercados de renta fija de las empresas no financieras españolas se produjo por la menor predisposición de los inversores a invertir en este tipo de activos en un contexto de preocupación creciente por los riesgos de impago, siendo más acusado en el segmento de los bonos de alto rendimiento, que incluye las emisiones de las empresas con peor calidad crediticia, que en el de grado de inversión, con una mejor calidad crediticia.

En los meses posteriores, los costes de financiación tendieron a reducirse paulatinamente, favorecidas por la rápida actuación de las autoridades económicas, lo que favoreció un aumento de las emisiones.

Sin embargo, el Banco de España ha apuntado que la financiación captada por las compañías en estos mercados en los meses transcurridos desde el estallido de la crisis sanitaria es algo inferior a los niveles anteriores a la pandemia.

Así, a mediados de agosto los costes de financiación se situaban todavía en torno a 25 puntos básicos por encima de los niveles anteriores en el caso de los bonos con calificación de grado de inversión y a 300 puntos básicos en los de la categoría de alto rendimiento.

Además, la calificación crediticia del salvo vivo de estas emisiones se ha deteriorado ligeramente. Las rebajas en las calificaciones han afectado al 9,4% del saldo vivo. De esta variación, 5,6 puntos porcentuales corresponden a revisiones a la baja dentro de la categoría de grado de inversión (BBB- o superior), 2,8 puntos porcentuales a caídas dentro de la categoría de alto rendimiento y 1 punto porcentual ha supuesto un descenso desde grado de inversión hasta alto rendimiento.

Tras los cambios, el grueso del saldo vivo se sigue manteniendo en la categoría de grado de inversión (80%, 1 punto menos que antes de la pandemia), si bien el peso de las dos categorías más próximas al grupo de alto rendimiento (BBB y BBB-) se ha elevado 5 puntos, hasta representar el 64% del total a finales de julio.

El Banco de España explica este aumento por las rebajas de calificación de las empresas que operan en los sectores menos afectados por la pandemia, ya que entre las empresas que operan en las ramas más afectadas las caídas de calificación se han concentrado en valores que antes del comienzo de la crisis sanitaria ya se situaban dentro de la categoría de alto rendimiento.

Teniendo en cuenta también el fuerte repunte observado recientemente en el crédito bancario destinado a las empresas no financieras, el Banco de España considera que, aunque el recurso a los mercados de renta fija habría seguido contribuyendo a la cobertura de las necesidades de financiación de las empresas españolas, lo habría hecho en menor medida que en el pasado, especialmente en el caso de aquellas que operan en los sectores más afectados por la pandemia.


- Publicidad -