Inditex, el epicentro del imperio de Amancio Ortega, ya no es la firma española con más valor –al menos en capitalización bursátil-. Unos días atrás, otro imperio ‘familiar’, Banco Santander, destronaba a Inditex después de encadenar un par de años como firma patria más valorada. La razón es evidente: la mala evolución en bolsa de la firma textil en 2017.
La compañía dirigida por Ortega cerró 2017 con un descenso del 8,59%, sorprendentemente en un contexto atípico para dicha evolución. Atípico, porque en España -una de las principales fuentes de ingresos- la economía sigue como un tiro y el consumo sigue en máximos. Además, en otros mercados como Asia crece a ritmos de tres dígitos. Pese a ello, la caída en bolsa tiene trampa, ya que obedece más a previsiones futuras y del sector que a la propia Inditex.
¿Qué pesa más, la fortaleza de una compañía o la evolución del sector en el que desarrolla su actividad? En la cotización de Inditex chocan dichas fuerzas. También son dos maneras de analizar futuras evoluciones de las compañías en bolsa. Hay quien prefiere apostar por la robustez de una firma tras escudriñar sus números y quien da por hecho que el lastre del sector terminará por lastrar a la empresa.
En inversión cualquier estrategia es discutible y revisable. Salvo que en el apellido rece algo así como Graham, Buffet o Munger nadie tiene una explicación 100% segura. La teoría suele explicar que es más fácil beneficiarse gracias a invertir en sectores en crecimiento que acertar siempre con la empresa adecuada. Es cosa de probabilidades, si el sector funciona y crece es más fácil que la elección sea acertada porque más empresas crecen.
Por ello, y sin desmerecer aquellos que opinan lo contrario, la evolución de Inditex en 2017 ha sido mala. Aunque se deben matizar una serie de elementos muy importantes. En primer lugar, ¿El sector textil está en retroceso? Para nada. La evolución del sector está viviendo sus mejores tiempos, tras oscuros años en crisis en los que el consumo se redujo notablemente.
La situación ya ha pasado de ser una conjetura, tanto es así, que analistas norteamericanos ya han apodado a este factor “retail apocalypse” y “death by Amazon”
En segundo lugar, ¿las cuentas de Inditex han empezado a dar síntomas de debilidad? Tampoco. En realidad, Inditex es de las pocas textiles que realmente han aguantado con nota la crisis. Pese a que las cuentas pertenecientes al tercer trimestre mostraron un cierto parón, ‘solo’ crecieron un 6%, se le achacó al retraso del frío. De hecho, su última actualización de ventas –las realizadas entre el 1 de noviembre y el 11 de diciembre- se saldó con un crecimiento récord del 11%.
En definitiva, si no es el sector en sí ni tampoco la propia Inditex, ¿qué es lo que le ha ocurrido a la firma textil española? La respuesta es la aparición de nuevos competidores. En especial, aquellos que se centran en el espacio online con un nombre que sobresale por encima del resto: Amazon. La situación ya ha pasado de ser una conjetura, tanto es así, que analistas norteamericanos ya han apodado a este factor “retail apocalypse” y “death by Amazon”.
Inditex y su rival en Reino Unido Mark & Spencers se han visto arrastradas por la mala evolución de las cuentas de H&M. La cadena sueca ha sido la primera en notar con especial virulencia como su acción se desplomaba en bolsa tras anunciar unos malos resultados. A mediados de diciembre, las sospechas de los analistas se hacían visibles: H&M perdía un 4% en ventas respecto del año anterior, y se dejaba un 13% en bolsa en una sesión. Es más, Inditex que esa misma semana estaba en verde –tras presentar sus resultados- se tornó al rojo.
¿Puede Amazon tumbar a Inditex?
No son pocos los analistas que han visto en la llegada de las grandes plataformas online como Amazon un posible final para las empresas retailers, las distribuidoras con tiendas físicas. Más, tras recordar casos como los de Toys ‘R’ US. De hecho, Wall Street ha creado un ETF –un contrato futuro- para apostar a la evolución del precio de las empresas distribuidoras minoristas, bajo el nombre de Proshares Decline of Retail Store.
Entre las desventajas que encuentran los analistas con la llegada del online para las firmas con distribución física destacan: por un lado, el cambio de paradigma del consumidor. Cada vez más interrelacionado y más acostumbrado a usar internet para comprar. En segundo lugar, la estructura de las plataformas que dan mayor poder a los consumidores –vender en Amazon es vender al precio más bajo- lo que reduce los márgenes con los que operan las empresas. Por último, que las entregas cada vez son más rápidas y los servicios más atractivos –como el de devolución gratuito-.
Por ello, Inditex, H&M o Mark & Spencer están intentado luchar contra ello, reduciendo el peso de sus activos inmobiliarios. Pocos días atrás, siguiendo la línea iniciada por H&M, Zara puso en venta 14 tiendas en España y dos en Portugal. Pese a ello, tanto Zara como H&M cerraron 2017 con más tiendas físicas que en 2016.
Más allá del fervor inicial por un sector en auge, el del comercio electrónico, es preferible ser más cautos con el impacto que tendrá sobre estas firmas. La evolución lógica es un sector en el que el sector online sea importante, pero sin olvidar el valor del físico. Amazon, o Alibaba, van a limar muchos márgenes y van ayudar a evolucionar al sector textil –a todo el retail, en general- a volcarse más hacía el consumidor. Habrá precios más competitivos, mejores servicios. Incluso por el camino se quedarán empresas ineficientes, como ha ocurrido siempre. El sector evoluciona hacía un sistema mixto, en el que firmas como Inditex todavía pueden seguir siendo líder con un alto volumen de tiendas físicas.