sábado, 23 noviembre 2024

¿Y si los ‘fugados’ no aparecen el 17 de enero? C’s podría presidir el Parlament

Metidos como estamos en plena guerra dialéctica por la Cabalgata de Reyes y todavía en shock por la aparición del cuerpo de Diana Quer y la detención de su presunto asesino, el asunto estrella de la actualidad política, es decir, Cataluña, parece haber pasado a un segundo plano. Pero la realidad es que sigue ahí, y faltan menos de 15 días para que se produzca el primer acto importante en la agenda política: la constitución del Parlament.

Será el 17 de enero, y habrá que elegir a la mesa y a su presidente, o presidenta. La Mesa del Parlament consta de siete puestos, de los cuales dos serán para Ciudadanos y uno para el PSC por el lado constitucionalista, y dos para Junts x Cat y otros dos para ERC en el caso de los independentistas. Es decir, en principio tendrán mayoría en la mesa, salvo que Ciudadanos consiga su objetivo de presidir la Cámara. Y ese cargo se elige en Pleno.

A nadie se le escapa, después de todo lo que ha pasado y de cómo la anterior presidenta, Carmen Forcadell, permitió que la Cámara se saltara varias veces su propio reglamento para favorecer los planes independentistas, la importancia de ese puesto. En principio, y dado que los independentistas tienen mayoría absoluta, lo previsible es que la Presidencia vuelva a caer de su lado. Pero, ¿qué pasa si ni los fugados en Bruselas ni los encarcelados acuden a ese pleno?

Se trata de ocho votos esenciales, con los que el independentismo perdería la mayoría absoluta. Tampoco la tendría el constitucionalismo, pero en ese caso el fiel de la balanza lo tendría En Comú Podem. Y es ahí donde el equipo de Ines Arrimadas está trabajando intensamente. La opción principal es la de que, si se diera el caso, la presidencia cayera en manos de Ciudadanos por haber sido la primera fuerza. Pero es posible que eso no lo acepten los de Podemos.

El objetivo principal de Arrimadas es que la Presidencia del Parlament no caiga en manos independentistas, y si no consigue el apoyo de Podemos a un candidato de su partido, el Plan B del partido naranja es ceder la Presidencia a un candidato del PSC que sí pudiera ser votado por Podemos y que, obviamente, tendría también el voto favorable del PP. Cualquier cosa con tal de que no vuelva a pasar lo que paso en septiembre pasado bajo mandato de Forcadell.


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