La banca española se ha teñido de verde este viernes animada por la posible fusión entre Bankia y CaixaBank. La entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri ha encabezado las alzas del Ibex 35 con subidas del 33%. En la misma línea, el banco que dirige Jordi Gual le ha acompañado con alzas de más del 11%. Los inversores «bendicen la unión».
Este jueves, ambas entidades daban los primeros pasos en lo que se espera que sea el inicio del proceso de consolidación bancaria en el Viejo Continente. Bankia y CaixaBank confirmaron que mantenían conversaciones para analizar una fusión según confirmaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Según explican “por el momento no se ha alcanzado ningún acuerdo”, más allá de la firma de un acuerdo de confidencialidad para intercambiarse información para valorar la operación, en el seno de una due diligence.
Según los datos aportados por el tercer y cuarto banco de España a cierre de semestre, la operación daría origen a una entidad con activos valorados en 650.000 millones de euros, además de unas 6.600 sucursales (4.400 la entidad de origen catalán y más de 2.200 la entidad nacionalizada) y una plantilla conjunta superior a los 51.000 empleados (casi 35.600 CaixaBank y unos 16.000 Bankia), lo que propiciaría significativas sinergias.
Los accionistas han reaccionado con alzas. Los títulos de Bankia volvían a niveles de marzo, cotizando por encima de los 1,3 euros. Los de Caixabank superaban los 2 euros y recuperaba la cotización de mediados de agosto. Pero también, Sabadell (+13%),Bankinter (+5%), BBVA (+4,7%) y Santander (+2,8%) han subido con ganas.
EL MERCADO “BENDICE LA UNIÓN”
Para Aitor Méndez, analista de IG Markets, “el mercado bendice una unión que daría como resultado la mayor entidad financiera en España”. De salir adelante, la cuota de mercado superaría el 25% -BBVA y Banco Santander no generarían tanto volumen de negocio en territorio nacional-, y permitiría aprovechar mejor las sinergias en unos momentos de grandes dificultades para el sector.
En un contexto en el que el Banco Central Europeo (BCE) y el resto de autoridades monetarias del mundo mantienen los tipos de interés en torno al 0,00%, la capacidad de los bancos de generar beneficios a través de su negocio tradicional “se ha visto reducida a la mínima expresión”, comenta. Por lo que el camino al que se ve abocado el sector es la integración entre diferentes jugadores para ganar en volumen y ahorrar costes.
Si el punto de partida ya era de por sí malo para el sector, la situación se ha visto todavía más penalizada en los últimos meses con la llegada de la pandemia. En este sentido, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos explicaba hace unos días como la crisis del covid-19 “ha acelerado todo el proceso” y el futuro inmediato de la banca europea pasa por movimientos “tanto a nivel doméstico entre las entidades medianas y pequeñas, como a lo largo y ancho del conjunto de la zona euro con una consolidación transnacional”.
UNA OPERACIÓN “PROMETEDORA”
La operación entre la antigua caja madrileña y la entidad barcelonesa “parece muy prometedora” para ambas entidades y para sus accionistas, ya que no se trata de una operación de compra, sino de una fusión y por ello su cotización reacciona al alza con fuerza, añade Méndez.
De igual modo, este movimiento corporativo arrastra notablemente a Banco Sabadell, cuyos títulos son los tercer que más suben en el Ibex 35. La entidad vallesana se ha quedado fuera de uno de las movimientos más importantes que afrontará el sector y ve cómo se emparejan los dos solteros más atractivos de la fiesta, especialmente, cuando uno de ellos, Bankia, era un firme candidato a realizar una operación similar con ella.
Fuera del Ibex 35, las acciones de Unicaja Banco y LiberBank también se disparan ( en torno al 10%) ante la posibilidad de que este movimiento pueda hacer que ambas firmes retomen las conversaciones para una eventual fusión o incluso se abran la puerta a intentar algo con Banco Sabadell.
EL PAPEL DEL GOBIERNO
“Los políticos podrían ser el mayor impedimento para la fusión”. El Estado controla actualmente a través del FROB y el BFA un 61,81% del capital social de Bankia, por lo que tendría capacidad para paralizar la operación.
Si bien es cierto que uno de los socios del Gobierno de coalición siempre ha aspirado a que la nación cuente con su propia banca pública, en un momento como el actual, todo parece indicar que podría imponerse la voluntad del partido que sustenta dicha coalición y que siempre ha mostrado mayor interés en poder recuperar parte del dinero invertido en la anterior crisis para rescatar a la banca, y la operación propuesta ahora con CaixaBank, parece la mejor forma de hacerlo.
Pese a todo, Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía, que también ve «positivo para los mercados, para el sector y para las dos compañías» la operación, advierte que, dada la fase preliminar en la que se encuentra el acuerdo, falta por ver «la forma en la que finalmente se materializa, si es que al final se materializa», ya que recuerda que esta misma operación se intentó en mitad de la crisis de la deuda y, finalmente, «no se llevó a efecto».
Ante un «posible fracaso en las negociaciones», recomienda «optimismo, aunque prudencia» para que las expectativas recientemente creadas en los mercados «no se vean frustradas».