Los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, han coincidido este viernes en solicitar «medidas no traumáticas» para las plantillas de Caixabank y Bankia si se completa el éxito la negociación para la fusión que ambas entidades ya han comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En declaraciones a Canal Sur Radio, Sordo ha asegurado que se trata de una operación «con una lógica empresarial bastante acusada y que, si se confirma, tiene un alcance estratégico importante para el país porque estamos hablando de una entidad financiera con importantes participaciones en otras empresas de energía, de comunicación y de infraestructuras».
«Desde luego, CCOO lo que va a hacer va a ser velar porque los criterios laborales que se puedan dar, porque siempre que hay una fusión esto tiene algún tipo de efecto en las relaciones laborales y en el número de las plantillas, que en todo caso las medidas no sean traumáticas», ha añadido el líder de CCOO, que también ha apostado por «romper una dinámica que además existe en España, que es una creciente exclusión financiera, porque cada vez hay más partes de nuestro país que tienen dificultades para acceder a un banco y a un sistema financiero normalizado».
PARTICIPACIÓN PÚBLICA
Junto a ello, Sordo ha defendido la necesidad de «poner en valor también la participación pública que podría tener todavía esta entidad porque España va a necesitar palancas financieras para la reconstrucción económica del país«. «Es una operación que hay que ver si se confirma y en qué términos, con una lógica empresarial y donde el sindicato, sobre todo, va a velar por los criterios laborales y sociales de la entidad resultante si esto si esto se confirmara», ha concluido.
Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, se ha mostrado convencido de que en un proceso de fusión de «dos entidades tan importantes y con tantas sucursales como Caixabank y Bankia, sin lugar a dudas y más allá de otras connotaciones, va a haber recorte de plantillas«, por lo que ha expresado su «preocupación» y ha trasladado a las dos entidades «la necesidad de mantener el empleo».
En declaraciones a Canal Sur Radio, Álvarez ha señalado que «será difícil de entender por los ciudadanos que en un momento como el que estamos no se mantenga el empleo en estas entidades y en el sector financiero en particular», aunque ha admitido que los ajustes de plantilla es «algo que va a estar ahí presente, más o menos, y a más corto o largo y medio plazo, porque hay una confluencia de oficinas en las ciudades más importantes de nuestro país, en algunos casos incluso puerta con puerta, y eso con toda seguridad va a generar que la nueva entidad se acople a las necesidades de los propios ciudadanos».
En cualquier caso, el líder de UGT ha querido subrayar que «esta no es la única consecuencia» de la posible fusión de Caixabank y Banka, sino que «también hay consecuencias sobre el consumo porque cada día hay más concentración bancaria y menos posibilidades de que haya oferta diferente entre las entidades financieras. «Seguramente para el sector financiero español en el contexto europeo es un elemento que tiene interés pero hay que ver la otra cara de la moneda», ha finalizado Álvarez.