Pilar Eyre vuelve a meter el dedo en una de las llagas de Zarzuela. La periodista pone el foco en la reina Sofía para explicar que uno de los escasos apoyos de la madre de Felipe VI sería Tatiana Radziwill, que según la periodista «ha puesto su fabulosa fortuna y su cariño a disposición de su prima, quiere ayudarla, como ha hecho siempre».
«Son primas terceras, pero, sobre todo, son íntimas amigas a las que la desgracia ha unido desde que nacieron. Pero esta misteriosa francesa de pelo blanco y escasa coquetería, que pasea en Mallorca al lado de la reina con su marido dos pasos atrás; esta mujer, feminista y millonaria, que ha osado plantarle cara a Juan Carlos para defender a su prima, tiene una original biografía que muy pocos conocen», sostiene.
Eyre dice que «la abuela de Tatiana fue María Bonaparte, descendiente de un hermano del emperador. Era una de las mujeres más ricas de su tiempo, ya que poseía los casinos más importantes de Europa, era sufragista, pero lo más singular es que primero fue paciente de Freud para curar su frigidez, después fue discípula y más tarde ella misma llegó a ser psicoanalista, con consulta en París.
PILAR EYRE Y DOÑA SOFÍA
No es la primera vez que Pilar Eyre habla sobre el difícil papel emocional que sufre doña Sofía, que fue retratada por la periodista en el ensayo ‘La soledad de la reina’. La obra, publicada en 2012, provocó un notable enfado en Zarzuela y una llamada del entorno de Juan Carlos I a Paolo Vasile.
Mediaset acabó prohibiendo la presencia en sus canales de Eyre, que hace ocho años realizó una denubcia en el suplemento LOC de El Mundo: «El veto por mi libro ha llegado: Arrivederci, Telecinco».
«Después de la entrevista que me hicieron en ‘El programa de Ana Rosa’, que lleva 1.735 días liderando las audiencias, no solamente se ha vetado toda la información sobre mi libro en Telecinco, cadena en la que colaboro desde hace 20 años, sino mi misma persona», añadía.
Eyre aseguraba que se había quedado sin silla: «Así se me comunicó el jueves, el día antes de mi intervención en la mesa de debate de ‘Sálvame Deluxe’ hablando del tema Urdangarin y tres días antes de la presentación de mi libro en ‘Sálvame diario'».
EL PAPELÓN DE SU AMIGO JORGE JAVIER
Jorge Javier Vázquez, íntimo de Pilar Eyre, no se atrevió por aquel entonces a romper una lanza en público en favor de su compañera. El presentador está en estos días pendiente de esquivar los dardos de la órbita de Vox, que le recuerda que ha sido condenado a pagar 800.000 euros por haber regateado impuestos en dos ejercicios al haber facturado por empresa lo que tenía que recibir por IRPF.
Y es por ello que prefiere hablar sobre otros asuntos. Por ejemplo, el salvajismo contra los animales: «Paso un fin de semana revuelto. Leo en Público que en Mallorca cuatro personas –por llamarlas de alguna manera– atan a un gato, lo torturan y le sacan un ojo antes de matarlo. Carme Chaparro, en su Instagram, cuenta que se ha encontrado a varios cachorros a los que dejaron en una caja en medio de una carretera para que los atropellaran».
También dice que no se quita «de la cabeza a esa pareja de Lanzarote que cogieron a Timple, un perro, y lo torturaron hasta la muerte. Lo grabaron con el móvil. ¿Qué clase de sociedad no envía a estos seres a la cárcel? Somos demasiado permisivos con el maltrato animal».
Y remata: «Hemos avanzado, por supuesto, pero la tolerancia no debe existir contra quienes desatan su maldad contra los más indefensos. No avanzaremos como sociedad mientras no entendamos que los animales merecen todo nuestro respeto. Y que el planeta no es nuestro sino que lo compartimos».
ANIMALES
Jorge Javier Vázquez quizás habla sobre perros porque le pesa en la conciencia que haya dejado de ver a los suyos durante el mes que lleva de vacaciones. El presentador dice que se ha pasado treinta noches soñando con sus perros, «no hay noche que no lo haga».
Y afirma que «antes de llegar a casa pasé a verlos porque se encontraban cerca de donde yo estaba descansando. Soñaba con ese momento, pero al encontrármelos se me cayó el alma a los pies. No me hicieron mucho caso. Igual pensarían: ¿Qué hace usted aquí?, usted que nos dejó abandonados hace más de un mes». En fin…