Lananh Nguyen y Katherine Greifeld para Bloomberg
Los consumidores de Estados Unidos pronto comenzarán a sentir algo de dolor por la desaceleración del dólar. Sin embargo, la reciente caída en la principal moneda de reserva del mundo no es una mala noticia para todos los estadounidenses.
El dólar ha caído 8% en 2017 y está en camino a su primer declive anual en cinco años. Se debilitó después de que los cambios impositivos en EEUU se materializaron lentamente y, cuando la Reserva Federal endureció la política, la inflación pesó en la trayectoria a más largo plazo de las tasas de interés.
Una imagen más optimista en otras partes del mundo también ha influido en el valor de dólar, que muchos analistas predicen sea aún más débil en el futuro.
Las empresas estadounidenses podrían obtener ganancias, especialmente si son exportadoras
Para los hogares, esto significa que los beneficios iniciales de la fortaleza de la moneda probablemente se disiparán. Por otro lado, las empresas estadounidenses podrían obtener ganancias, especialmente si son exportadoras, y eso podría impulsar a la economía en general.
Estas son algunas de las formas en que un dólar más débil podría generar impacto:
Un impulso para las exportaciones
A finales del año pasado, el índice del dólar ponderado por la Reserva Federal mostró que la moneda estadounidense se había apreciado 26% desde mediados de 2014. No es de extrañar entonces que el presidente Donald Trump, incluso antes de asumir el cargo, hablara sobre el fuerte dólar que “mata” la capacidad de los fabricantes de los Estados Unidos para competir globalmente.
Desde entonces, el dólar ha caído más de 6%, lo que hace que sea menos costoso para los consumidores extranjeros comprar productos de EEUU, y que las mercancías locales sean más atractivas para los compradores dentro de ese país.
El analista de Credit Agricole, Vassili Serebriakov, dice que los fabricantes estadounidenses pueden seguir viéndose favorecidos en los próximos meses, dado que es probable que el dólar permanezca estancado. “Creemos que es una tendencia a la baja lenta en el dólar, por lo que los exportadores de Estados Unidos probablemente esperen beneficiarse”, aseveró.
Importaciones más costosas
Pero los compradores norteamericanos podrían no estar igual de felices. Mientras los europeos se benefician de los bajos precios, la mercancía importada se ha vuelto más costosa para la gente que vive en los Estados Unidos. “El poder adquisitivo de los consumidores será menor, por lo que sentirán un ligero pellizco”, indicó Minh Trang, operador de divisas del Silicon Valley Bank, en Santa Clara, California.
“Creemos que es una tendencia a la baja lenta en el dólar”
Sin embargo, una gracia salvadora para los compradores de Estados Unidos es el hecho de que la economía de Estados Unidos está más enfocada en el país que muchas otras naciones, aunque ese factor también limita el estímulo que proporciona una moneda más débil para las empresas.
Si a este recorte de impuestos se le agrega la posibilidad de aumentar los salarios, el impacto puede no ser tan mala después de todo. Si bien los precios de importación más altos son un obstáculo para los consumidores, “la fortaleza general de la economía niega eso”, según Serebriakov.
Vacaciones en el extranjero
Si un estadounidense viaja a Europa o a otro lugar, no se puede negar que su poder de gasto se verá reducido. “Un dólar más débil fomentará el turismo nacional y disuadirá a los consumidores de vacacionar en el extranjero”, indicó Sireen Harajli, estratega de moneda extranjera de Mizuho Bank, en Nueva York.
Durante un tiempo, la fortaleza del dólar frente al euro convirtió a Europa occidental en un destino atractivo, según Erik Nelson, estratega cambiario de Wells Fargo. Pero para aquellos que desean viajar al extranjero ahora, el debilitamiento del dólar es claramente negativo.
Se predice que el dólar declinará frente a 12 de sus 16 pares principales el próximo año, por lo que los vacacionistas pueden llegar a ser más selectivos cuando se trata de destinos internacionales o puede que elijan opciones locales. Por el contrario, el dólar más débil puede llevar más turistas extranjeros a los Estados Unidos.
“Probablemente veremos un aumento en el turismo similar a lo que vimos durante la crisis financiera cuando el dólar se debilitó y la Fed comenzó a flexibilizar agresivamente la política monetaria”, explicó Harajli, de Mizuho. “La Quinta Avenida de repente se llenó de viajeros europeos y asiáticos que buscaban comprar a medida que aumentaba su poder adquisitivo”.
Precios más altos para la gasolina
Desafortunadamente, cualquier plan que los lugareños puedan tener para un viaje por carretera en ese país, podría verse afectado por el incremento en el precio de la gasolina. Muchos recursos naturales, incluidos el petróleo, los metales y los productos agrícolas, están denominados en dólares, por lo que cuando la moneda disminuye, los precios de dichos materiales generalmente aumentan. El crudo West Texas Intermediate subió alrededor de 11% este año, mientras que los futuros de la gasolina aumentaron 8%.
“Los precios del gas en particular son increíblemente relevantes para la mayoría de los hogares estadounidenses”, comentó Erik Nelson, de Wells Fargo. “A medida que el dólar se deprecie de manera más consistente y significativa, creo que se verá que los precios de los productos básicos, en términos de dólares, tienden a subir”.
Si eso se filtra a los precios en las estaciones de servicio, los beneficios que los consumidores han disfrutado gracias al actual precio del combustible, simplemente se erosionarán.