Las aulas prefabricadas se pueden convertir en los próximos días en el objeto de deseo en toda España. La falta de alternativas viables para reducir el número de alumnos en las clases las ha convertido en una de las alternativas preferidas para la clase política. De hecho, este mismo miércoles la Junta de Andalucía sacó un contrato público tramitado de urgencia y sin publicidad para su suministro, mientras que por su parte el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, ha apuntado la posibilidad de habilitar dichos espacios si fuera necesario con la intención de desdoblar las clases.
La memoria justificativa del contrato que ha sacado la Consejería de Educación y Deporte andaluza explica a la perfección la situación. Así, señala la «necesidad» de este tipo de espacios y considera «imprescindible la contratación del suministro de nuevos aularios prefabricados para garantizar la adecuada escolarización (…) y el necesario distanciamiento social por motivo de la lucha y prevención del contagio del covid-19«. En total, la Consejería ha obtenido un total estimado de 40 unidades que podrá aumentarse y que se repartirán por distintas localidades de la CCAA.
El precio medio por cada módulo será de 105.000 euros, lo que sitúa el pago total con IVA en unos 5,1 millones de euros. Aunque eso sí, la CCAA ha preferido optar por el régimen de alquiler con derecho a compra. Por último, el escrito explica que se ha optado por la ejecución sin publicidad porque es de «imperiosa urgencia resultante de acontecimientos imprevisibles (…) cuyas consecuencias generan un altísimo grado de incertidumbre en escenarios económicos a corto y medio plazo».
MADRID LO CONTEMPLA COMO ALTERNATIVA VIABLE
El consejero de Educación de la Comunidad de Madrid ha asegurado que el curso 2020-2021 será presencial por completo, aunque con menos alumnos por aula hasta 2º de Secundaria. Para el resto de clases se optará por una fórmula semipresencial que ayudaría a comenzar el curso con ratios más bajas en las clases. Además, el comienzo será escalonado y la mascarilla a partir de seis años será obligatoria. Por último, Ossorio ha asegurado que la utilización de aulas prefabricadas será una alternativa que estará muy presente.
En concreto, la alternativa que se baraja es la de dividir las clases de los más pequeños utilizando este tipo de estructuras. Una fórmula prácticamente idéntica a la de Andalucía. De hecho, la Consejería andaluza calcula que de las 40 aulas prefabricadas totales unas 25 se utilicen para cursos de educación infantil y primaria. Al fin y al cabo, se trata de las clases más numerosas y difíciles de controlar.