El verano pasado desde MERCA2 recomendamos a los principales directivos de empresas que operan en España alguna lectura sugerente, serie de moda o cine para pasar el calor. Este mes de agosto, y para ser prudentes con las aglomeraciones, nos llevaremos a CEOs y presidentes a una isla desierta. ¿Qué pensarán en la intimidad? ¿Cuáles son sus preocupaciones? ¿Cómo ven el futuro?
Francisco Reynés llegó a Gas Natural Fenosa para trasladar a la compañía al siglo XXI de manera efectiva. El primer paso fue el cambio de nombre, matices en los colores… Se preparaba una compañía “nueva” para afrontar un mercado cada vez más complejo y competitivo.
Y así llega Reynés a nuestra isla, como presidente de Naturgy, y varios ‘tics’ marcados en la casilla de retos conseguidos. Lo hace, además, sabiendo que su nombre lleva el cartel de “suena Michel”. Es decir, se trata de un directivo que en los mentideros del Ibex 35 se perfila como potencial sustituto de diversos primeros espadas. De diversos sectores, y eso le confiere un aura de gran gestor.
Bien es cierto que parte de esa capacidad se sustenta en su buen hacer para equilibrar compañías. Es decir, saber dónde sobra algo, y atajar la situación. Así es como en parte ha adelgazado Naturgy. El resultado es una energética más dinámica, además con nuevas cabezas directivas, y que quiere ir más allá de su rol como gasista. De hecho, Reynés está ofreciendo ese “más” ante un sector cada vez con más rivales.
Pero el presidente de Naturgy está tranquilo en la isla. Bueno, todo lo que se puede con la coyuntura internacional que se está viviendo. Por ello, cuando nos acercamos a la orilla de nuestra isla, alza la vista. ¿Por qué? Le inquietan los metaneros y los contratos de GNL. Su principal ‘business’ se ha puesto complicado. Aunque desde la compañía se están moviendo para reequilibrar los esfuerzos.
NATURGY SE MUEVE
En todo caso, Francisco Reynés se ve tranquilo en la isla. Conflictos como el de Egipto se va cerrando, así como las centrales térmicas contaminantes. Se van cumpliendo pasos, y siempre con la perspectiva en las influencias ‘verdes’ que se deben poner.
Precisamente, en los asuntos ‘verdes’, es donde Reynés quiere correr con Naturgy. La necesidad obliga, aunque el punto de partido es mejorable. El directivo balear lo sabe. Nunca lo ha negado. Pero siempre hay tiempo. Además, eso debe ser acompasado con la revisión de los planes. El covid ha cambiado demasiadas cosas para todos, y el mundo no es igual que hace seis meses.
Lo explicaba el propio Reynés durante uno de los últimos encuentros con la prensa. Encuentros, por cierto, de los que suele presumir. Algo lógico, puesto que muchos de sus pares en el sector tienen cierta reticencia a la prensa. Sin embargo, el presidente de Naturgy es de los que se muestra. Tutea a los periodistas, se presta a preguntas de todo tipo, incluso aunque los bailes luego salgan de contexto.
Por ahora su presente son esta isla y Naturgy. Además, retos como la llegada del hidrógeno o la descarbonización masiva están en la agenda. A su favor, un talante cercano que le ha llevado a no tener enfrentamientos con la actual ministra de las cosas energéticas; y un nuevo nombre para un nuevo futuro.