La cadena de supermercados alemana no ha tenido una buena reputación por sus alimentos en el pasado. Eso ha ido cambiando con el tiempo, y ahora Lidl ofrece en España productos de calidad a la altura de sus más duros competidores, e incluso ha ganado premios con algunos de ellos. Sus marcas blancas también están siendo un gran éxito, así como sus chocos en electrodomésticos.
Tanto es así, que muchos de estos productos se llegan a agotar en cuestión de horas o días. Ya existe un fenómeno de «lidlers» casi adictos a los nuevos lanzamientos de esta cadena que han llegado a pelearse por algunos de los productos o a pagar precios desorbitados con tal de tener un ejemplar difícil de encontrar.