A los españoles nos ha cambiado (quizás ya para siempre) el covid-19. Bueno, a algunos (muchos) ha sido el hecho de pasar demasiadas horas encerrado en casa. Los días más duros del confinamiento trajeron nuevos y variados protagonistas en nuestro día a día, aunque hubo uno que sobresalía por encima del resto. Alguien podría pensar que seguro que eran aquellos africanos tan majetes bailando en los funerales, que tan buenos momentos nos dieron. Pero no, nos referimos al que fue el rey de la histeria: el paracetamol o en su defecto el ibuprofeno, cuyas búsquedas se multiplicaron por cinco y seis.
Y, es que, ya se sabe que todo español de bien ante el primer síntoma, pastillazo. Desde entonces, el volumen de búsquedas ha caído un 75%, según los datos de Google Trends. Una señal de que lo peor de la pandemia pasó. Pero que nadie cante victoria, dado que ha tenido un ligero repunte en las últimas semanas. Los rebrotes ya están aquí. Aunque, las dudas de los españoles de entonces y los de ahora parecen algo diferentes. En el mes de marzo nos preocupaba si se podía tomar con alcohol, mientras que ahora nuestra inquietud es si se le puede dar al perro.
Ahora, también somos bastante más cultos y más de uno ha aprovechado para hacer cursos en inglés. De hecho, en marzo muchos españoles buscaban «caducado en inglés», mientras que ahora ni rastro de aquello. Aunque, lo más seguro es que esos cursos de lengua extranjera sirvieran de poco (como la asignatura en el colegio) y que la realidad es que hemos actualizamos nuestro cajón (o armario) de los medicamentos. Pero, no solo han sido los medicamentos, sino que las dudas e intereses de los españoles han cambiado mucho en los últimos meses.
UNA VIDA MÁS SALUDABLE… DE LA MANO DE PATRY JORDAN
El confinamiento también supuso el despegue de las rutinas de ejercicio en casa. En aquellos días difíciles, las búsquedas de términos como «mancuernas» o «rutina de ejercicios» batieron récord no solo en los últimos 12 meses, sino que el volumen de búsquedas es el más alto desde que hay datos (el año 2004). Así, el objetivo era marcar cuerpazo en la playa y no había mejor manera de hacerlo que viendo vídeos de Patry Jordan, la única mujer que es capaz de quedarse sin aliento y seguir sonriendo, cuyas búsquedas se dispararon también.
El problema entonces, también ahora, de muchos y muchas es que no servía solo con ver el vídeo también había que hacer los ejercicios. Ahora, las y los fanáticos del cardio que tienen (mejor dicho, tenemos) un rocódromo por estómago, han adoptado una nueva favorita, Chloe Ting. Y aunque la moda ha pasado un poco, muchos han vuelto al gimnasio o en verano les da alergia moverse demasiado, sigue estando por encima en búsquedas e interés frente a las mismas fechas hace un año. Otros (los llamados listos), sin embargo, han preferido otro tipo de deporte (que no es olímpico) y ligan a la palabra rutina el término «juguetes eróticos de diseño.
Pero, el ejercicio no se acaba en las rutinas que nos enseñas algunas jovenzuelas sonrientes. La bicicleta también es un gran aliado. La estática nos interesó como nunca en pleno confinamiento, de hecho, en marzo sus búsquedas se incrementaron un 2.000%. Pero, lo de dar pedales parece que cada vez nos gusta menos y la tendencia de interés por la bicicleta eléctrica se ha disparado tantos en los últimos meses que a principios de agosto tenía tantas búsquedas como «bicicleta de montaña«. El deporte sí, pero no mucho que hay que ver el paisaje.
MEJOR LA COCINA EN CASA QUE LOS RESTAURANTES
Además, el término bicicleta no solo nos ha enseñado que más bien somos vaguetes por naturaleza, sino que vivimos en casa pequeñas. De hecho, el término «plegable» acompañaba casi siempre al de «bicicleta estática». Aunque, no solo pequeñas, sino también poco preparadas para pasar más tiempo en casa que el estrictamente necesario. Sin ir más lejos, lo primero que hicieron los españoles (y europeos) una vez levantado el confinamiento fue ir al Ikea. Triste, pero cierto. Además, que nuestros artilugios de cocina eran más bien limitados para todo lo que queríamos hacer.
Porque hacer platos bien parecidos para las redes sociales, lo de buenos es mejor no entrar, también fue un deporte nacional que ahora no ha perdido vigencia. Por ejemplo, el interés por el término levadura se multiplico por diez en marzo, mientras que ahora está en los niveles de siempre. Pero, otras sí que se han quedado hasta nuestros días: el término «licuadora» todavía se busca un 30% más que hace un año. La comida a domicilio es también otro de esos inventos que nos ha gustado y sigue muy vigente.
El problema del crecimiento de los anteriores términos es que otros como los restaurantes están todavía muy lejos del interés de hace un año. De hecho, esta semana que marca la mitad de mes de agosto es la época del año que más búsquedas tiene la palabra «restaurante» y, por desgracia, este año está varios escalones por debajo. Pero aun es en el caso del término «tickets» que está un 50% por debajo de su histórico o el de “reserva” que cae en torno al 30%. En definitiva, las búsquedas y los intereses señalan que el covid-19 nos ha vuelto más caseros y más sanos (incluso alguno ha aprendido inglés), pero cuidado porque también alertan del problema de la hostelería y de que los repuntes no son una anécdota.