domingo, 22 diciembre 2024

Prisa y la muerte que pilotó Cebrián durante años

Prisa no deja de ser noticia. Al cierre de las rotativas de El País a finales de la semana pasada se suma la salida definitiva del que durante una década fue presidente del grupo, Juan Luis Cebrián. A partir del uno de enero, Manuel Polanco y Manuel Mirat ocuparán la presidencia del consejo de administración y la presidencia ejecutiva de Prisa, respectivamente. Una decisión que ha sido aplaudida y respaldada por la mayoría del consejo de la empresa. Y es que desde que Cebrián preside el consejo, las cuentas de la compañía fueron cayendo hasta los números rojos. Una situación a la que cabe sumar la batalla que ha iniciado contra los principales accionistas por la venta de Santillana.

La sustitución de Juan Luis Cebrián y el cierre de las rotativas son simplemente los últimos golpes de una Prisa que lleva años en declive. Concretamente, desde que Cebrián fue nombrado consejero delegado en 2008. A partir de ese año, los resultados de la empresa han caído en picado hasta los números rojos. Una situación que se ha extendido hasta la actualidad y se ha contagiado a casi todos los medios del grupo. Muestra de ello es que –según los datos del EGM- la Cadena SER es la única emisora de España que ha perdido oyentes en el tercer trimestre.

Prisa ha pasado de sumar beneficios a sumar números rojos en dos años

Atrás quedaron los años en los que Prisa sumaba seguidores a la vez que anotaba beneficios anuales. Desde que Cebrián entró en el Consejo de Administración, ha pilotado la muerte de la empresa. Solo hace falta echar un vistazo a los resultados del grupo para darse cuenta de ello.

PRISA Merca2.es
Resultados económicos de Prisa entre 2007 y 2017

En 2007, el año anterior a ocupar Cebrián el máximo puesto en el consejo ejecutivo, Prisa aumentó su beneficio un 14% hasta los 262 millones de euros. A partir de ahí, las cuentas empezaron a perder dígitos y el grupo anotó 7 años consecutivos de números rojos. Empezó con 126 millones de pérdidas en 2008 para terminar 2014 con un descubierto de 2.236 millones de euros. Una caída que se agudizó a medida que se engrosaba la deuda del grupo, que supera ahora los 1.500 millones de euros.

Cebrián ha pilotado la caída de Prisa. En un artículo publicado a principios del año pasado, el Financial Times destacaba que desde 2007, Prisa reporta pérdidas de más de 2.200 millones de euros mientras su consejo ha incrementado sus ingresos en 80 millones. Y es que Cebrián arruinó el grupo a la vez que él se hizo más rico. Asimismo, durante los 9 años que estuvo en el poder, se convirtió en unos de los ejecutivos de medios mejor pagados de Europa.

Da igual cómo fuese la empresa. A medida que las cuentas de Prisa iban cayendo, Cebrián seguía embolsando cada vez más dinero. En octubre de este año, la empresa anunció una ampliación de capital por valor de 450 millones de euros. Cebrián sacó tajada de ello porque el consejo propuso a los accionistas que se le entregase 1,6 millones de euros por, según ellos, la buena labor que realizó para recapitalizar la empresa y lograr su estabilidad financiera.

Las únicas áreas que aumentan sus ingresos son la radio y Cadena SER

La caída de los ingresos y las pérdidas de Prisa se nota en dos de las cuatro grandes áreas de negocio. Las únicas que crecen en ingresos son la radio y educación.

Grupo Prisa y la venta de Santillana

Ante la situación de debacle que vive el grupo, la única empresa apta para sacar partido de su venta es la editorial. Santillana es el principal activo del conglomerado. Según la editorial, en 2015 ingresó 643 millones de euros, un 47% del total del grupo. Es por ello que Cebrián mira en su venta la mejor opción para paliar los más de 1.500 millones de euros de deuda que tiene el grupo.

Sin embargo, los demás miembros del consejo no opinan como él. Los hijos de Polanco y Amber Capital (los dos principales accionistas de PRISA) opinan lo contrario. Es más, consideran que la venta de Santillana provocaría la bancarrota del grupo. Y se salido con la suya. El nuevo presidente de Prisa (que tomará posesión de su puesto el uno de enero de 2018), Manuel Polanco, paralizó la venta de la editorial hace un mes.

En el grupo nadie, a excepción de Cebrián, quiere deshacerse de la que Manuel Polanco ha catalogado como ‘la gallina de los huevos de oro’. Y es que mientras los ingresos de Prisa caen cuatro décimas, los de Santillana aumentan a casi un 2%. De hecho, la editorial es la única división (junto con la radio) que genera beneficios. Hasta septiembre ganó 168 millones de euros.

Cebrián Prisa Merca2.es

Sin embargo, esa no es la única venta que ha planeado el grupo en los últimos años. La otra fue la del periódico económico Cinco Días, una idea que la empresa pronto desechó porque no encontró un comprador que pagase lo que Cebrián pedía.

La ruina de Sogecable

Aunque el declive de Prisa se inició en 2008, no tiene nada que ver con la crisis. Más bien con las carísimas compras de Cebrián. En 2007, el grupo de comunicación lanzó una OPA para hacerse con el 100% de Sogecable. Lo hizo incluso en contra de las recomendaciones del criterio técnico de la CNMV. Por aquel entonces, el valor de las acciones de Sogecable estaba por las nubes y Prisa tampoco contaba con el dinero suficiente para mantenerla.

Cebrián ha tomado buenas decisiones empresariales, pero también malas. Una de las más sonadas ha sido la bancarrota de su SICAV, Sapri Inversiones. La sociedad utilizada para gestionar su patrimonio entró en números rojos en 2009. Para salvarla, ha tenido que reducir el capital por valor de 1,41 millones de euros. Unos intentos que fueron en vano porque la empresa cerró en 2013, después de divorciarse de la que por aquel entonces era su mujer, Teresa Aranda. Después de la separación constituyó otra sociedad, Janlison, de la cual no ha presentado cuentas.

Pese a los malos años del grupo de comunicación, Cebrián tuvo sus años gloriosos en el mundo empresarial. Sin embargo, su ambición y ganas de hacerse con todo han llevado a su buque insignia, Prisa, a la quiebra. El aumento de las pérdidas a medida que su presidente se embolsaba más dinero terminó por acelerar su salida del consejo. Pero no del grupo porque seguirá al mando del diario El País y del Comité Editorial.


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