La vida es eso que sucede entre cuarentena y cuarentena. Así, el operador de telefonía Digi está aprovechando el veto levantado sobre las portabilidades móviles y fijas para dar una velocidad a su negocio. Tanto en los cambios que tengan atrasados, como en el despliegue de su propia infraestructura, algo que le permite empezar a ahorrar costes. Y todo ello es un inmenso dolor de cabeza para las grandes compañías.
En algunos puntos de España, y sobre todo concentrados en la zona de la Comunidad de Madrid, se pueden ver estos días furgonetas de Digi. Muchas. A muchas horas. Con trabajo. No se trata de una representación comercial, es que el operador de origen rumano está haciendo crecer su cartera de usuarios de manera abultada. Sobre todo la parte móvil, pero también está sabiendo jugar sus cartas en el segmento fijo.
Los datos están ahí. Con las filtraciones aparecidas esta semana en la prensa, y a falta de la confirmación oficial de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Digi ya representa un verdadero problema para algunos operadores, sobre todo Orange y sus marcas de bajo coste, que están perdiendo usuarios a una velocidad inusitada. Bien es cierto que en parte caen en MásMóvil, que a la postre regresan a su red, pero ya no son sus clientes.
Pero es que Digi empieza a ser un dolor de cabeza para MásMóvil. El operador amarillo sigue creciendo. Mucho. Nadie le quita esa posición en el conjunto del mercado, fijo y móvil. Pero el ¿6º operador? empieza a arañar clientes que, con toda lógica, pertenecían por ‘derecho de robo’ a la compañía que dirige Meinrad Spenger. Esta situación les llevará a tener que ser algo más agresivos, puesto que las marcas ‘low cost’ de las grandes compañías también aprietan.
DIGI ANTE SU MEJOR CONTEXTO
Entre las cosas que tiene de cara Digi es el ‘factor precio’. La trágica crisis económica provocada por el coronavirus ha llevado a muchas familias a tener una renta menguada con respecto a hace meses. Del mismo modo, las necesidades han cambiado, aunque lo bueno para el sector de las telecomunicaciones es que la conectividad se ha vuelto más esencial que nunca por el teletrabajo.
Por lo tanto, la gente necesita internet barato. Y el fútbol y otras lisonjas audiovisuales pueden quedarse al margen. Y a buen seguro que Digi exprimirá ese factor. Por lo tanto, quedan muchas furgonetas azules que ver por la calle.