Sustituir los plásticos de un solo uso en las tiendas por otras opciones más sostenibles. Las cadenas de supermercados continúan con esta particular batalla para frenar el cambio climático. Un frente abierto al que acaba de incorporarse Lidl.
La cadena alemana ha implantado en sus establecimientos la bolsa de malla para fruta y verdura. Y lo ha hecho a un precio de 0,59 euros el pack de dos unidades. Cierto que Carrefour le ganó la carrera por la mano, ya que la cadena francesa puso a la venta dicho producto hace un año. Pero su precio del pack de tres unidades es bastante superior: 3,99 euros.
La malla de frutería de Carrefour es transparente, y se puede lavar y reutilizar. La de Lidl, también. “Infinitamente”, subrayan. Es 100% reciclable, y su resistencia llega hasta los cinco kilos.
Eroski es otro de los supermercados que se apuntó a la moda de impulsar medidas para que el cliente contará con los medios necesarios para poder transportar a su casa la compra de la forma más sostenible posible. En su caso, el set de cuatro bolsas de malla reutilizables tiene un precio de 1,99 euros. Es decir, que cada bolsa sale a 50 céntimos.
LIDL Y LA REUTILIZACIÓN
Sostenibilidad es el santo y seña que se han puesto por bandera las cadenas de supermercados para reducir el uso de plásticos. No sólo eso, también fomentar la reutilización. Un ejemplo es Lidl. Sin embargo, la situación está siendo desigual. Por ejemplo, Mercadona se ha puesto como objetivo reducir el consumo de plásticos en un 25% para 2025.
La apuesta de la enseña de Juan Roig se basa en el aumento del uso de material reciclado. Implementar un sistema de envases retornables, de momento, no está en sus planes. En su última apuesta, la sección ‘Listo para comer’, los envases son al 100% reciclables. Su deseo es que, en el futuro, sean también 100% compostables.
Bolsas de malla para la fruta no tienen en Mercadona. Lo que están haciendo es quitar envases en determinados casos, y sustituyendo materiales, en otros, a la par que su deseo es el de usar más material reciclado.
En el caso de Alcampo, una de sus apuestas es la de dejar que los clientes lleven sus propios tuppers. Y, también de cara a 2025, la enseña francesa tiene como objetivo que el 100% de los envases plásticos que comercialice sean reciclables, compostables o reutilizables.
Volviendo a Lidl, a lo largo de los dos últimos años ha llevado a cabo una serie de medidas en favor del medio ambiente. Así, en 2018 eliminó las bolsas de plástico para la compra sustituyéndolas por unas de rafia. Gracias a ello, ahorró al medio ambiente más de 1.300 toneladas de plástico anuales.
Un año después, Lidl eliminó las bolsas de plástico de la sección de frutas y verduras. En este último caso, las reemplazó por bolsas compostables. El ahorro aquí fue de más de 220 toneladas de plástico. También eliminó los artículos de plástico de un solo uso. En su laboratorio de ideas está rediseñar diferentes envases para reducir su gramaje y, por tanto, la cantidad de plástico utilizado.