Prosegur registró un beneficio neto consolidado, descontando los intereses minoritarios, de 23 millones de euros en el primer semestre de este año, lo que supone un descenso del 53,2% respecto a un año antes, según ha informado la compañía.
Entre enero y junio, la firma logró un beneficio neto de 28 millones de euros, un 60% menos que durante el primer semestre de 2019.
Tal y como indicó en el primer trimestre, de acuerdo con las normas de contabilidad (IFRS10.25), Prosegur debe registrar el impacto, no recurrente y extraordinario, de la venta del 50% de su negocio de Alarmas en España a Telefónica el pasado mes de febrero.
Así, debido principalmente a esta operación, Prosegur debe reflejar contablemente un resultado neto consolidado en el período de 321,2 millones de euros.
La operación con la compañía de telecomunicaciones no ha tenido ningún efecto en la caja de Prosegur, ya que el pago se realizó en su totalidad en acciones de la compradora.
VENTAS
Asimismo, las ventas de Prosegur alcanzaron los 1.775 millones de euros en el primer semestre de este año, lo que representa un 13,6% menos con respecto al mismo período del año anterior.
Esta cifra ya refleja la desconsolidación de las ventas del negocio de Seguridad en Francia, clasificado como disponible para la venta, y del negocio de Alarmas en España.
En cualquier caso, y al igual que en trimestres precedentes, las operaciones siguen reportando un crecimiento orgánico positivo del 3,5%, mostrando, según la firma, la resiliencia del negocio frente al coronavirus Covid-19, pero afectado por la tasa de cambio desfavorable de las divisas.
El Ebita reportado alcanzó además los 106 millones de euros en los seis primeros meses del año, un 33,3% menos, mientras que el margen Ebita alcanza el 6%.
Excluyendo los planes de eficiencia llevados a cabo en Prosegur Cash, el Ebita se sitúa en los 131 millones de euros con un margen Ebita del 7,4%.
En cuanto a la posición financiera, Prosegur ha logrado una mejora «significativa» en la generación de caja operativa, favorecida por la eficiencia en los cobros y la contención del gasto.
Con ello, el flujo de caja operativo alcanzó los 143 millones de euros y representa un ratio de conversión de Ebitda en caja del 88,3%.
Por último, la deuda financiera neta del grupo se ha contenido respecto al trimestre anterior hasta los 844 millones de euros al final del segundo trimestre de 2020, excluyendo el impacto de la norma IAS 16.