Santander registró una pérdida atribuida de 10.798 millones de euros en el primer semestre de este año tras registrar una actualización del fondo de comercio de sus inversiones históricas y de los activos fiscales diferidos (DTAs), lo que genera un cargo extraordinario sin efecto en caja de 12.600 millones de euros.
Este ajuste obedece al deterioro de las perspectivas económicas como consecuencia de la crisis del covid-19 y no afecta a la liquidez, al riesgo de crédito ni a la ratio de capital CET1, según ha informado la entidad, que tiene la intención de abonar un dividendo correspondiente a 2019 en nuevas acciones equivalente a 0,10 euros por acción.
En concreto, la ratio de capital CET1 aumentó 26 puntos básicos en el segundo trimestre, hasta el 11,84%, y ya se sitúa en la parte alta del objetivo del 11-12%. Santander espera seguir aumentando su capital en los próximos trimestres y mantenerse en la parte alta de su rango objetivo a final de año.
«Aunque el beneficio atribuido se ha visto afectado por la actualización contable sin efecto en caja del valor del fondo de comercio y de los DTAs debido al impacto de la pandemia en las previsiones económicas, esta revisión no afecta a la fortaleza de nuestro balance«, ha afirmado la presidenta de Banco Santander, Ana Botín.
De los 12.600 millones del cargo extraordinario, 10.100 millones corresponden a la actualización del valor del fondo de comercio de sus inversiones históricas (el 45% del total del fondo de comercio del grupo) y 2.500 millones a DTAs.
Con respecto a la reducción del valor del fondo de comercio, 6.101 millones corresponden al negocio en Reino Unido, 2.330 millones a Estados Unidos, 1.192 millones a Polonia y 477 millones a Santander Consumer Finance. Este ajuste, según el banco, no cambia la importancia estratégica de los mercados ni de los negocios del grupo.
Así, Santander ha asegurado que seguirá invirtiendo y acelerando sus planes de transformación, y mantiene total confianza en el potencial de generación de valor a largo plazo de sus regiones y mercados.
Banco Santander obtuvo un beneficio ordinario de 1.908 millones de euros en el primer semestre de 2020, un 48% menos que en el mismo periodo del año anterior, por las mayores provisiones relacionadas con la pandemia de la covid-19.
Aunque la pandemia ha afectado a la actividad, la entidad ha destacado que se mantiene un buen resultado ordinario gracias a los ingresos de clientes, una reducción de costes por encima de lo esperado, una «sólida» calidad crediticia y la generación orgánica de capital.
«Los últimos seis meses nos han planteado uno de los mayores desafíos de nuestra historia. El impacto de la pandemia nos ha puesto a todos a prueba y estoy muy orgullosa de la respuesta que ha dado el banco», ha subrayado Botín.
Asimismo, ha destacado que la fortaleza del modelo de la entidad le permite obtener «un buen resultado, con aumento en el capital, reducción de costes más rápido de lo previsto y buena calidad crediticia», al tiempo que ha añadido que las bases del negocio del banco son «sólidas, con un nivel de capital en la parte alta de su objetivo».
DIVIDENDO EN NUEVAS ACCIONES
Basado en la «fortaleza» de los resultados ordinarios, el consejo de administración tiene previsto proponer el pago de un dividendo correspondiente a 2019 en ‘scrip’ equivalente a 0,10 euros por acción que se pagaría este año.
«El consejo tiene la intención de aplicar una política de dividendo 100% en efectivo tan pronto como las condiciones de mercado se normalicen, sujeto a la recomendación y las aprobaciones regulatorias, y hemos reservado capital este trimestre para poder hacerlo», ha explicado la presidenta de la entidad. En concreto, el banco se ha reservado seis puntos básicos de capital CET1 en el trimestre para un posible dividendo en efectivo con cargo a los resultados de 2020.
«Tenemos plena confianza en el potencial de nuestro negocio para crear valor«, ha asegurado Botín, quien ha reiterado el objetivo de retorno sobre el capital tangible (RoTE) del 13-15% que la entidad se marcó en el ‘Investor Day’ del año pasado, al tiempo que ha señalado que Santander ofrecerá más información de sus planes estratégicos en los próximos meses.
El margen de intereses y los ingresos de clientes se mantuvieron estables, en 16.202 y 21.338 millones de euros, respectivamente, impulsados por el crecimiento de ingresos en Latinoamérica, Santander Corporate & Investment Banking (SCIB) y Wealth Management & Insurance. Esto y el control de costes permitieron aumentar un 2% el margen neto, hasta 11.865 millones de euros.
Asimismo, la entidad ha afirmado que el plan de reducción de costes va más rápido de lo previsto. Europa logró más de 300 millones de ahorros en el primer semestre, es decir, un 75% de su objetivo para todo el año 2020. Los gastos operativos, por su parte, cayeron un 2%, un 5% sin inflación.
Asimismo, la calidad crediticia se mantuvo «sólida», con una reducción en la tasa de mora de 25 puntos básicos en los últimos 12 meses, hasta el 3,26%, mientras que la ratio de cobertura subió al 72%.
Santander mantiene su previsión de que el coste del crédito termine el año en el 1,4-1,5%. El coste del crédito, es decir, lo que el banco provisiona cuando concede un préstamo, aumentó 28 puntos básicos, hasta el 1,26%, debido al crecimiento de un 78% de las provisiones, hasta 7.027 millones de euros, por la crisis.
El banco mantiene en el segundo trimestre su previsión de crecimiento del coste del crédito, del 1,4-15% al final de año.
CAE EL BENEFICIO ORDINARIO EN ESPAÑA
En España, el beneficio ordinario cayó un 64%, hasta 251 millones de euros, por los menores ingresos financieros y las mayores provisiones, en parte contrarrestado con la reducción de costes.
La ratio de morosidad mejoró 47 puntos básicos, con un nivel alto de préstamos a empresas, mientras que la ratio de cobertura aumentó al 43,3%. Asimismo, los clientes digitales se han incrementado un 10%, hasta 5,1 millones.